«El básquet no se terminará con la generación dorada»

El técnico se tiene fe para el recambio, aunque avisa que habrá que ajustarse el cinturón y sueña con que las estrellas digan presente más allá de Londres 2012.

Estoy muy feliz, regresa un hombre de la casa”. Así presentó Germán Vaccaro a Julio Lamas, ayer en el Panamericano. “Es la forma de reafirmar nuestra política institucional y deportiva, de continuar con las conductas lógicas y coherentes que pusieron arriba a nuestro básquet”, agregó el presidente de la Confederación, en referencia a un proceso que comenzó justamente con Lamas (97-99), tocó el cielo con Rubén Magnano (2000-2004) y se mantuvo en la elite con Sergio Hernández (2005-2010) hasta desembocar otra vez en Lamas.

Una amplia sonrisa y un apretón de manos se dieron luego de firmar el contrato por cuatro años (con opción a dos más), con el formato part time hasta 2012 y full time hasta 2014. Un sueño cumplido para ambas partes. “Es uno de los días más felices de mi carrera. El equipo nacional es el más importante que he dirigido, por sobre cualquiera, sea Boca o Real Madrid. Es el máximo orgullo y un enorme privilegio, además de tomarlo con mucha responsabilidad y compromiso”, admitió.

-¿En qué momento te llega en comparación con aquel primer proceso? -En su momento tenía 33 años y ahora, con 46, tengo otro recorrido, madurez y experiencia para guiar al equipo. Esa son las diferencias. El sentimiento y la ilusión son las mismas. O más diría por la conciencia que te da la experiencia. Hoy lo valoro más. Es una sensación de plenitud en lo profesional que me llega en esta segunda juventud (se ríe)…

“No hay fórmulas mágicas, los dos sistemas nos dieron resultados”, aseguró Vaccaro cuando aclaró los formatos. Un mix que reside en la necesidad de comenzar con el recambio y, a la vez, en la imposibilidad de la CABB de bancar hoy económicamente un full time. “Los dos son viables y ninguno garantiza el éxito. El part time es mejor para conseguir resultados, pero yo prefiero el full time para la gestión. Creo que un técnico debe trabajar y tener la cabeza en una sola organización. Ambos tienen pro y contras. El part time le da ritmo al DT pero le quita tiempo y el full time, que permite estar más cerca de los jugadores y de las ligas del mundo, obliga a palear la inactividad anual como técnico”, analizó el hoy exitoso coach de Obras.

Cosas del destino. A Julio le tocará cerrar el brillante ciclo de la Generación que supo abrir cuando comenzó con el recambio de camada, en 1997. Pero no se cuelga medallas por haber hecho debutar a Ginóbili, Pepe, Scola, Leo Gutiérrrez y Nocioni en la Mayor… “Jugadores así se ponen solos, nadie los descubre. Yo acompañé sus ambiciones y deseo de progreso en conjunto. Ojalá que mi llegada tenga el menor costo posible y el equipo funcione bien”, dijo.

-Muchos ubican al 2012 como la fecha de vencimiento de nuestra Generación Dorada.

-Por ahí no termine en 2012. La palabra la tienen ellos y si bien a uno lo preocupan las presiones que puedan tener de los equipos, uno nota un compromiso y un pacto para estar en el Preolímpico y, si clasificamos, en Londres. Luego haremos todo para que sigan jugando un poco más. Evitó los nombres propios, pero aseguró que todavía no eligió a su cuerpo técnico y evitó cuando le preguntaron por los posibles retornos de figuras como Wolkowyski o Pepe Sánchez. “Como todo nuevo proceso que comienza, todos empiezan en igualdad de oportunidades y son seleccionables. Ya hablé con Hernández, volveré a hacerlo y miraré a todos. Los que tengan nombre y trayectoria deberán adjuntarle nivel actual para ser considerados”, analizó.

-Ya no tenemos tantos jugadores en Europa, más allá de las figuras NBA, y habrá que mirar más la Liga. ¿Cómo se evalúa si un jugador que se destaca en la Liga puede jugar a nivel de Selección? -Justamente por eso me tomaré 60 ó 90 días para evaluarlo, a comparar lo de Stanic, Ciorciari o Gianella en España, con lo de Figueroa en Brasil y lo de Cantero o Cequeira en la Liga. Yo, por suerte, dirigí en ambos lugares y eso me permite tener más conocimiento de cada situación para luego decidir.

-¿Qué sería para vos tener éxito en esta segunda oportunidad? -Tenemos objetivos a corto, mediano y largo plazo. Primero debemos clasificarnos en el Preolímpico y a partir del 2011 buscaremos insertar a un jugador joven para ir realizando el recambio. El recambio es una situación deportiva interesante de ser vivida. En el juego me gustaría que el equipo siga funcionando como suele hacerlo.

-¿Cómo podés encarar el recambio? ¿Cómo están trabajando los clubes en la detección de talento? -Los clubes, con la Selección, fueron los responsables de la mina de oro que fue esta generación y hoy tienen la misma responsabilidad… Hoy no tenemos jugadores de primer nivel entre 22 y 28 años, salvo Delfino. Creo que siguen saliendo jugadores, pero hoy la exigencia es otra y habrá que seguir trabajando, los clubes y nosotros, para sentir menos el golpe. Tal vez tengamos que ajustarnos un agujerito el cinturón, pero tampoco el básquet se va a terminar con la Generación Dorada. Estará en nosotros trasladar a los más jóvenes la forma de jugar y trabajar que patentaron estos chicos.

Fuente: Olé