La Presidenta afirmó que los poderes mundiales atacan su Gobierno porque la Argentina tiene pleno empleo.
Cristina Kirchner volvió más parecida que nunca a sí misma. Luego de dejar que un video hiciera el anuncio del programa para jóvenes sin empleo, se dedicó a desplegar puntillosamente sus obsesiones.
En un discurso muy cargado de miradas conspirativas, abandonó el tono amigable del video con el perrito Simón y el inflable del pingüino que difundió luego de su operación. Una Cristina auténtica apeló a sus ironías más filosas para golpear uno a uno a los que considera son los causantes de los problemas que enfrenta el país.
Habló sin dar mayores precisiones de una suerte de conspiración global, para desestabilizar su Gobierno porque no soportan que la Argentina con el actual modelo tenga casi pleno empleo, con apenas poco más del 6% de desocupados, según sus números. «¿Qué es lo que está molestando? Un régimen de plena ocupación», sostuvo.
Hizo elípticas alusiones al golpe del 76 y presentó a su Gobierno como víctima de poderes fácticos que se han encargado de interrumpir procesos políticos populares. Para entrar luego en uno de los tramos mas resbalosos de su discurso cuando se quejó que algunos medios hayan presentado su regreso a la escena pública después de más de 40 días de silencio, apelando a la palabra “reaparecer”.
Dijo que afirmaron esto porque en el fondo son los mismos que avalaron las desapariciones de la pasada dictadura militar.
«Leí en los diarios que ponían «reaparece» y me puse a pensar ¿Qué es lo contrario de reaparece?», se preguntó y consultó a «Hebe, Estela», presentes en la primera fila, para contestarse: «Lo contraria de reaparece es desaparece».
«Como dicen los sicólogos me parece que fue un acto fallido, en el fondo se trata de gente muy vinculada con el método de las desapariciones para tratar con lo que no les gusta», agregó, y luego intentando bajar el nivel de tensión de sus palabras, bromeó: «Puede ser que hayan querido darle un toque Hollywoodense, como diciendo Cristina Reestrena, pero conociéndolos, no me parece, no me sonó».
«Quieren escarmentar a la sociedad. Es importante que comprendamos esto. Determinados ataques y críticas están dirigidos a escarmentar a la sociedad, no a este gobierno», agregó.
httpv://www.youtube.com/watch?v=HGakAeCMf1w&feature=share
Cristina también reveló que La Cámpora sigue siendo el nudo central de su dispositivo político. Se tomó unos cuantos minutos para condenar la golpiza que recibieron militantes de esa organización por parte de la Policía Comunal de San Isidro, distrito que gobierna el massista Gustavo Posse. “¿Para eso quieren la Policía Comunal?”, se quejó y condenó que “estigmaticen” a los jóvenes camporistas.
De hecho, luego de su discurso en el Salón de las Mujeres y repitiendo la coreografía que desplegó cuando habló por primera vez después de su operación, se trasladó a los balcones que dan a uno de los patios internos de la Casa Rosada, que estaban colmados de jóvenes militantes kirchneristas, para dar otro discurso en el que volvió a hacer eje en la crítica a algunos medios –como el diario Clarín-, que sostuvieron que analizaba suspender su viaje a Cuba, que confirmó.
Explicó que ese tipo de “mentiras” se difunden para debilitar su Gobierno y dar la sensación de que no hay una conducción clara del país.
La acusación a los medios de mentir, de hecho fue uno de los ejes de los tres discursos que brindó. En uno de los pasajes más aplaudidos por los funcionarios presentes, advirtió: «Que nadie critique la Cadena Nacional después de tanta demanda de presencia para hablar» y recordó que los medios publicaban encuestas que afirmaban que «la gente cambiaba de canal cuando hablaba por Cadena Nacional ¿ Y ahora las encuestas son al revés, porque dicen que la gente quiere que hable?». «¿Mentían antes o mienten ahora? Creo que mienten siempre», concluyó.
Se permitió además preguntarse «¿Cómo me van a dibujar mañana en los diarios? Recuerdo que en 2008 me pusieron la boca tapada por dos cintitas, mañana por ahí me hacen con la cabeza enterrada o con un león en la cabeza», agregó en otro párrafo un tanto desconcertante, que acaso hizo referencia al avestruz que se niega a ver los peligros que enfrenta.
El regreso de CRistina incluyó un verdadero raid por distintos patios de la Casa Rosada. “Hola ¿Me escuchan? Mas fuerte”, interpeló Cristina como una estrella de rock a los jóvenes que la esperaban en un segundo patio, en el que también entabló un diálogo-discurso y los cargó por “meter las patas en la fuente”. “Ya voy por el tercer discurso, debe ser la abstinencia”, bromeó.
Antes de eso, en su discurso en el Salón de las Mujeres, defendió la impresión de estampillas con el slogan “La década ganada”. Explicó que ni ella ni Néstor Kirchner “ni Máximo, ni Florencia”, aparecen en las estampillas y muy por el contrario estas contienen “imágenes artísticas y coloridas”.
La Presidenta sin embargo, evitó referirse a la abultada agenda de problemas que acumula su Gobierno. No se refirió a los muertos durante la crisis de los saqueos, a los cortes de luz que todavía siguen, a la inflación que se aceleró sobre fin de año y menos todavía a la pérdida de reservas y a la disparada del dólar.
httpv://youtu.be/ppB2qT3Q_qk
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