Los vínculos políticos del amigo de Leo Fariña en Bahía Blanca incluyen un ex intendente de esa ciudad y muchos políticos de la Provincia de Buenos Aires. Los movimientos en ciernes para lograr su excarcelación.
Por Jorge D. Boimvaser
@boimvaser
Monte Hermoso, el balneario por excelencia de los bahienses, a una hora y media de Bahía Blanca, casi cien kilómetros. Hace un par de temporadas ocurrió en sus playasun grave accidente por negligencia del dueño de un cuatriciclo playero.
Nicolàs Fedeli y una menor de doce años involucrados. Uno es familiar de Juan Suris, y el dueño del móvil que causó la casi tragedia se llama Cristian Breiteinstein, en ese momento Intendente de Bahía Blanca y hoy Ministro de la Producción de La Provincia de Buenos Aires desde diciembre, que renunció a la Intendencia para acompañar el nuevo mandato de Daniel Scioli.
La prensa del lugar mencionó el accidente pero pronto se tapó todo, no se podía hacer pública la vinculación de Suris con Breiteinstein porque hubiera desatado un mar de sospechas que la Justicia del lugar estaba pasando por alto por presiones del poder político.
Si una menor fue la víctima de la irresponsabilidad era un hecho secundario, lo primero era resguardar a estos dos personajes que se los sabía involucrados en negocios en el Puerto de Bahía Blanca.
El juez que ahora tiene procesado a Juan Suris saca a la superficie el negocio de las facturas truchas y el tráfico de personas que compromete a Suris y hasta el hijo de un funcionario de la Embajada China en la Argentina.
Santiago Ulpiano Martínez está recibiendo fuertes presiones de un lobby que viene haciendo negocios oscuros en el Puerto de Bahía Blanca. ¿Por ahí ingresaron los chinos que iban a parar a trabajos esclavos y condiciones infrahumanas, y además con documentación falsa?
Puede ser, pero además Suris era proveedor importante de facturas truchas tanto a la Intendencia de Bahía como al Puerto de la esa ciudad.
El juez federal tiene más evidencias y hasta podría encontrar el eslabón perdido entre Suris y ese tráfico aberrante de personas.
Cristian Breitenstein fue y sigue siendo un hombre de fuertes vínculos con la diplomacia China en la Argentina.
Wuxi Fofia Technology Co. Ltd. es un firma de la República Popular China dedicada al ensamblajes de chips para ganado que se interesó en abrir una planta en la Provincia de Buenos Aires con una inversión inicial de 20 millones de dólares.
Daniel Scioli dejó la negociación en manos de su Ministro de Producción a sabiendas de sus buenos vínculos con los chinos.
Si el juez federal llega hasta el hueso con el bisturí en la investigación (al menos el fiscal Alejandro Cantaro tiene esa intención), generaría un conflicto con la diplomacia china si involucra o llama a declarar a la persona de esa embajada que junto a Suris eran parte del deleznable delito de tráfico de personas para someterlas a esclavitud laboral.
Si tuviéramos que trazar un paralelismo con el “Lázaro gate”, diríamos que Suris es el Leonardo Fariña de esta historia, y Cristian Breitenstein el Lázaro Báez.
Pero hay otros nombres de políticos y funcionarios de Bahía Blanca allegados al ex intendente que pronto daremos a conocer y harían más escandaloso este asunto.
Esta semana se producirá una movida para al menos tratar de lograr la excarcelación de Juan Suris con la figura de la falta de mérito aduciendo, por ejemplo, que no hay cocaína secuestrada aunque el fiscal dice que son 4 kilos, suficiente para constituir el delito de narcotráfico (es una cantidad pequeña para hablar de una mega banda, pero tampoco le cabe la tipificación que es para consumo personal).
La defensa de Suris afirma que no hay droga incautada sino elementos sospechosos (balanzas, precursores y sustancias para corte), pero la prueba del delito es la cocaína que el fiscal afirma que existe.
Las escuchas telefónicas no alcanzan como prueba, sino como indicios.
En el caso de los chinos ingresados ilegalmente al país, también habría que encontrarlos así como la documentación trucha que se les proporcionó.
Pero las facturas apócrifas aparecerán ni bien se ordenen peritajes contables que pueden realizarse tanto en obras públicas de la Intendencia de Bahía Blanca como en sus operaciones portuarias donde quedaría clara la sobre facturación y otros delitos conexos.
Si aquel accidente en Monte Hermoso se pudo tapar a fuerza de tráfico de influencias, la vinculación de Suris con Breitenstein es más compleja en este caso, y ahora que toma estado público con esta nueva, no será fácil ni apartar al juez de esa causa ni que un tribunal superior lo excarcele a Suris cuando se corre el riesgo de adulterar las pruebas del uso de facturas falsas en el ámbito de la administración bahiense.
Y un conflicto diplomático con China es el peor escenario de esta trama que apenas sólo muestra la punta de un iceberg complejo.
En nuestro próximo informe, los nombres de los personajes asociados en los negocios de Suris con el Puerto de esa ciudad.