La epidemia generada como consecuencia del terremoto del 12 enero de 2010 desborda la capacidad de respuesta del débil sistema de salud del país caribeño.
La falta de recursos para combatir el Cólera se tornan dramáticas en el noroeste de Haití. El hacinamiento y las condiciones precarias de vida contribuyen negativamente para que el virus haga estragos en la población.
Calizto Pierre, líder humanitario haitiano dijo que la situación es extrema «…en Ouanaminthe no hay agua potable, ni sistema cloacal, la gente toma el agua del río Masacre y otras fuentes contaminadas.»
Hasta el momento el Cólera ha tomado la vida de mas de 2500 haitianos. La situación mas preocupante se registra en los pueblos de Ouanaminthe y Fort Liberté.
«Mi hijo de un año y siete meses se me muere, lo llevé ayer con diarrea al hospital de Ouanaminthe, pero no me lo atienden porque los médicos no alcanzan y no hay suero ni cama», dijo Rhinita Cafreur Pierre, pobladora haitiana que intentaba entrar al país vecino de República Dominicana buscando atención médica.
(EFE)