El mundo del deporte se rinde a Cristiano Ronaldo en redes sociales

CristianoEl portugués, que superó en la votación a Lionel Messi y a Franck Ribery, se quedó ayer con el Balón de Oro en Zurich. De este modo, el delantero de Real Madrid repitió el galardón conseguido en 2008.

as lágrimas revelaron el sufrimiento de Cristiano Ronaldo, que persiguió su sueño durante cuatro años. Finalmente pudo volver a alzar el Balón de Oro, ese trofeo que recibió en 2008 pero que después miró desde lejos por un tal Lionel Messi. El 27,99 por ciento de los periodistas, entrenadores y capitanes de los países afiliados a la FIFA retribuyeron el esfuerzo individual de CR7: no cosechó títulos en Real Madrid y clasificó con el último aliento al Mundial, pero agigantó su figura a puro gol.
Llegaba como favorito, con 68 gritos en 57 cotejos (máximo anotador del año). Leo, que lo había postergado en 2009, 2011 y 2012, corría de atrás por las lesiones, que lo limitaron en la Champions League y que volvieron a golpearlo en el cierre de 2013. Las ilusiones de Franck Ribery, el mejor para la UEFA, parecían desinflarse, pese a que el francés intentaba marcar terreno (“No veo la lógica si no gano”, había dicho un rato antes).
La definición se hizo esperar. Primero, el once ideal: Neuer; Alves, Ramos, Thiago Silva, Lahm; Iniesta, Xavi, Ribery; Messi, Ibrahimovic y Cristiano. Luego fue el turno de Jupp Heynckes por su Bayern Munich de la Bundesliga, la Copa alemana y la Champions (ya con Guardiola levantó la Supercopa europea y el Mundial de Clubes). Los teutones también festejaron con la arquera Nadine Angerer, la mejor del fútbol femenino.
Messi, que quería su quinto Balón de Oro, se mostraba distendido. En cambio, Ribery y Ronaldo estaban serios. Uno, por la decepción anticipada; el otro, para ocultar su emoción. Entonces, Pelé anunció al elegido y el portugués, que se sabía ganador (llevó a su familia a Zurich), subió a buscar el trofeo. Leo (24,72 por ciento) y Franck (23,36) quedaron cerca. Ahora, Portugal se divide entre los que creen en maldiciones y los que no: nunca un premiado con el Balón de Oro en la previa de un Mundial pudo ser campeón en la máxima cita. CR7 sólo mira al arco rival: los goles abren caminos.

Fuente: La Razón