Una beba de sólo un año, primera en la lista del Incucai

imagesCA32IYCPEstá grave y su papá, en redes sociales, busca crear conciencia sobre donar órganos.

Anita recibió hace un tiempo un juego de mate de juguete. Enseguida se volvió uno de sus preferidos. Se sentaba en su pieza, cebaba y le convidaba sonriente a toda su familia. Ahora, en Terapia Intensiva del Hospital Italiano, sigue cebándole mates a Germán González, su papá, con la misma alegría.

“Uno la ve y no se da cuenta. Está de muy buen humor. Pero necesita urgente un corazón”, contó él. Anita González Fornes, de apenas 1 año y 9 meses, sufre una miocardiopatía dilatada y está grave. Desde el 3 de enero está primera en la lista de emergencia nacional del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), a la espera de un donante.

“Presenta una enfermedad del músculo cardíaco, que con el correr del tiempo se va deteriorando. Actualmente está en equilibrio inestable y necesita medicamentos permanentemente, sin posibilidad de alta”, explicó Jorge Makarovsky, Jefe de Cirugía y Trasplante Cardiovascular Pediátrico del Hospital Italiano. Makarovsky, que comanda el equipo de profesionales que sigue el caso de Anita, detalló que hoy “depende de drogas cardíacas para permanecer con cierta estabilidad” y que la única solución para revertir su cuadro es conseguir el corazón de un donante.

Todo comenzó el 28 de noviembre pasado, cuando la nena empezó a respirar “como agitada” y asustó a sus papás. “La llevamos a la guardia y nos dijeron que tenía algo en el corazón. Estuvo internada pero le dieron el alta porque, en principio, podía ser algo reversible con tratamiento ambulatorio en un par de meses”, recordó Germán.

Sin embargo, dos semanas después, cuando empezó la ola de calor, Anita se descompensó otra vez.

La llevaron a la guardia del Hospital Fiorito, en Avellaneda, y el 22 de diciembre fue trasladada al Hospital Italiano, donde le realizaron más estudios y quedó internada.

Germán tiene 40 años y es radiólogo, también en el Italiano. A pesar de que –por su trabajo– vio casos de todo tipo, nunca pensó que algo así podía tocarle a él. Hasta que pasó. “Recién ahora que estoy sufriendo me doy cuenta de la importancia de donar órganos”, sostuvo. Por eso empezó una campaña a través de las redes sociales, primero con el grupo de Facebook “Un corazón para Anita Gonzáles Fornes”, y luego en Twitter con el hashtag #UnCorazonParaAnita. “Sabemos que el donante no va a aparecer mañana pero queremos generar conciencia”, afirmó. Mientras tanto, él y Anita esperan.

Daniel Convertini

Fuente: Clarín