La venta ilegal se multiplicó en los últimos meses en el tramo entre Terrada y Campana. Los comerciantes protestan todos los miércoles en el cruce con Nazca, pero no tienen respuestas. Ahora analizan no pagar el ABL.
Desde que el Gobierno porteño desalojó a los manteros de la peatonal Florida, la venta ilegal callejera encontró su lugar en el barrio de Flores, especialmente en la avenida Avellaneda, donde los puestos se multiplicaron en los últimos meses. Pese a los cortes de calle y las banderas de protesta que levantan los comerciantes todos los miércoles, los puestos callejeros proliferan en la zona y ya son más que los locales. Así, los propietarios analizan no pagar los impuestos.
En una recorrida, La Razón comprobó el problema en el tramo de Avellaneda entre Terrada y Campana, donde cerca de cien manteros por cuadra conviven con los comerciantes y hasta venden los mismos productos a precios más bajos. Según la Cámara Argentina de Comercio (CAC), las dos cuadras más afectadas son Avellaneda al 2.900 y al 3.200, con 134 y 77 puestos respectivamente.
Allí se observa cómo las mantas se desparraman frente a cada negocio, incluso sobre los maceteros que el Ministerio de Espacio Público había instalado hace seis meses para reducir el lugar disponible en la vereda. Y hay una imagen todavía más elocuente: un stand con mercadería sobre el monumento al dirigente sindical José Ignacio Rucci, en Avellaneda al 2900.
Eso no es todo, porque la venta ilegal también ha crecido con fuerza en las calles laterales: Nazca, Argerich, Helguera y Cuenca, entre otras.
Ricardo, propietario de Darling Sport, sostuvo que los comerciantes están evaluando no pagar el impuesto ABL hasta tanto el Gobierno porteño resuelva el conflicto. “Nos habían prometido hacer algo antes de las Fiestas. Ahora nos dicen que los van a sacar después del verano. Está claro que así no se puede seguir”, contó.
Fuente: LA Razón