Los narcos VIP y sus mensajes encriptados

Rodolfo BomparolaAsí surge de la resolución del juez federal Norberto Oyarbide, donde procesó a los presuntos integrantes de la banda, entre ellos el hermano de Evangelina Bomparola y la modelo Zahina Rojas. A la droga le decían «comida para perros» o «entradas para la fiesta»

En sus conversaciones telefónicas utilizaban un lenguaje corto, preciso y encriptado para dificultar la compresión de ocasionales oyentes, pues temían que fueran escuchados. A los estupefacientes que comercializaban nunca los llamaban por su nombre: a la cocaína y a la droga sintética que vendían la mencionaban como «comida para perros» o «entradas para la fiesta».

Así surge de la resolución del juez federal Norberto Oyarbide, donde procesó a los presuntos integrantes de la banda narcocriminal conocidos como «los narcos VIP», porque entre sus habituales clientes tenía a famosos de la farándula.

Entre los procesados con prisión preventiva, acusado de ser coautor del delito de comercialización de estupefacientes, está Rodolfo Bomparola, de 41 años y hermano de la reconocida diseñadora Evangelina Bomparola.

«Bomparola ha realizado comportamientos compatibles con el comercio de sustancias estupefacientes, conducta que realizaba esencialmente desde su domicilio en Las Cañitas, a través de la modalidad de una previa comunicación telefónica breve y encriptada con sus ocasionales clientes», sostuvo Oyarbide en su resolución.

Según lo resuelto por el juez en el expediente, a Bomparola la droga se la proveían Alejandro Chávez y Claudio Garrido Pineda. «Ello fue corroborado a partir de las intervenciones telefónicas, con escucha directa, que brindaron un claro indicio de la actividad ilícita que ejercía. Se ha sostenido que para ello, se utilizaba un lenguaje corto, preciso y codificado para dificultar su comprensión», explicó el magistrado.

Chávez se mató de un tiro en la boca en el momento en que detectives de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, a cargo del comisario inspector Néstor Roncaglia, empezaban con el allanamiento en su departamento en Las Cañitas. Garrido Pineda, al igual que Bomparola, fue procesado con prisión preventiva acusado del delito de comercialización de estupefacientes.

En su resolución, Oyarbide, a modo de ejemplo, resaltó una comunicación entre una persona de nombre Diego, que le dijo a Bomparola: «Necesito cinco entradas para la fiesta de hoy». La respuesta fue: «Mirá yo acabo de mandar la señal al palomo mensajero para que venga urgente porque tiene que venir con las cosas».

También, Oyarbide observó en su escrito que otros sospechosos que también fueron procesados en mensajes de texto llamaban a la droga «comida para perros».

Fuente: Online-911