Organizaciones sociales y agrupaciones políticas de izquierda marcharon ayer por el centro porteño en recuerdo de las víctimas de la represión policial que hace nueve años precedió la caída del gobierno de Fernando de la Rúa. Esa marcha y otras manifestaciones provocaron enormes embotellamientos.
En Plaza de Mayo y en el Obelisco hubo fuertes críticas al Gobierno nacional y a la administración de Mauricio Macri en la Ciudad.
Unas 7 mil personas llegaron hasta la Plaza para recordar la s 30 muertes de diciembre de 2001.
«Basta de patotas, represión y muerte de los luchadores populares.
Juicio y castigo a los responsables de los crímenes de Mariano, Formosa y Soldati», decía una bandera enorme colgada detrás del escenario. «Mariano» es Ferreyra, el militante del PO asesinado en Barracas ha ce dos meses por una patota de la Unión Ferroviaria.
La llegada a la Plaza tuvo un inicio accidentado, cuando militantes encapuchados quemaron cuatro gomas en la puerta de la ex Municipalidad de Avenida de Mayo 525, que terminó ennegrecida. Desde adentro salían chorros de agua para apagar el incendio.
Desde el escenario de la Plaza se cuestionó la decisión del Gobierno nacional de reforzar la seguridad en el GBA con gendarmes.
Fuente: La Razón