Hay que concederle algo a Google: sabe cómo llamar la atención. No cuenta con más recursos que otros gigantes de la industria (como Microsoft, Adobe, Oracle, IBM), ni es de las compañías más innovadoras (gran parte de sus logros los debe a adquisiciones de otras firmas). Pero consigue una y otra vez atraer sobre sí la curiosidad del público. Ahora el ojo que todo lo ve ha enfocado su pupila en el cuerpo humano, y el resultado es asombroso.
El Body Browser es a nuestro organismo lo que Google Earth es a la Tierra, Marte y la Luna. Es decir, un atlas interactivo tridimensional del cuerpo humano que sólo requiere de una conexión con Internet. En rigor, también se necesitan las versiones más nuevas de dos navegadores web y una máquina potente, como se verá enseguida.
El Body Browser trae recuerdos y evidentemente está inspirado en aquellos libros con hojas de celofán, cada una de las cuales tenía impresa una capa con los aparatos y sistemas que componen el organismo de una persona.
Aquí no hay celofán, desde luego, sino una barra de control a la izquierda que permite viajar hacia el interior del cuerpo, capa tras capa. Se arranca de la figura de una mujer vestida y al hacer zoom la piel desaparece y deja a la vista los músculos, luego los huesos, los órganos internos, el intrincado tendido del aparato circulatorio y, por último, el sistema nervioso.
De forma predeterminada están desactivadas las etiquetas, que son sumamente importantes para darle a este atlas del cuerpo humano un sentido educativo. Se las activa haciendo clic al pie de la barra de control que se observa a la izquierda, allí donde dice Labels Off . El botón pasará a decir Labels On y se superpondrán los nombres de las partes visibles en ese momento. La función, que es de lo más valioso que posee la aplicación (aunque por ahora está sólo en inglés), está desactivada por un motivo: el Body Browser exige una PC veloz, y si se activan las etiquetas, todo se pone más lento todavía.
La aplicación ofrece, como era de esperar, la función de búsqueda, arriba a la derecha, bajo la forma de una caja de texto y una lupa.
Se puede visitar este atlas digital del cuerpo humano por medio del navegador escribiendo a la dirección http://bodybrowser.googlelabs.com . Eso sí, no cualquier navegador sirve, ni tampoco cualquier computadora.
Requerimientos
Por un lado, Google ha creado esta aplicación usando una tecnología llamada WebGL, que provee al navegador la posibilidad de mostrar objetos 3D sin agregarle nada más; es decir, sin extensiones o plugins . El problema es que no todos los browsers le dan soporte a WebGL. El lector necesitará la versión 9 del navegador de Google (Chrome; www.google.com/intl/en/landing/chrome/beta/ ) o la versión 4 de Firefox ( www.mozilla.com/es-ES/firefox/beta/ ), que todavía no han sido lanzadas oficialmente.
Hay que aclarar que este 3D no es el del cine, sino el que permite recrear en una pantalla común objetos con el aspecto, las propiedades y, llegado el caso, el comportamiento físico de los reales. Por supuesto, nada impide que este atlas del cuerpo sea adaptado, como ya se hizo con Google Earth, a los anteojos 3D.
También se requiere de una computadora potente. No menos de un Core 2 Duo con 2 GB de memoria RAM y, de ser posible, una buena aceleradora de video.
Fuente: La Nación