Polémica por un tratamiento estético experimental con sangre

plasmaLa bioestimulación con plasma rico en plaquetas (PRP) para lograr el «rejuvenecimiento» de la piel está en boga; sin embargo, asociaciones profesionales reclaman que se la regule y dicen que no está autorizada

Una terapia de rejuvenecimiento sin cirugía ni dolor es una oferta más que tentadora. Más aun si la propuesta se presenta «sin riesgos» porque consiste en utilizar un componente de la propia sangre, lo que evita todo rechazo.

El tratamiento, que es experimental y se usa para regenerar tejido, se ofrece en los centros de estética como bioestimulación con plasma rico en plaquetas o, simplemente, PRP. Es un boom que cada día conquista más seguidores por sus resultados y sus costos comparables con los de otras intervenciones. Cada aplicación se está cobrando entre 1000 y 4000 pesos.

Por eso, desde la Asociación Argentina de Hemoterapia e Inmunología (AAHI) piden que su uso se regule y controle porque se trata de una autotransfusión, con sus beneficios y sus riesgos, como las infecciones. Y desde el Programa Nacional de Sangre van más allá, al aclarar que no es un tratamiento con efectos probados.

«(…) Para la AAHI es indispensable la regulación, y posterior control, de los procesos con células y productos sanguíneos en seres humanos (…), como también que se determinen las condiciones edilicias, ambientales y de seguridad física y biológica que deben reunir los establecimientos involucrados», reclamó la entidad.

En tanto, la doctora Mabel Maschio, titular del Programa Nacional de Sangre, aclaró: «Es un tratamiento que aquí no está autorizado y aún carece de evidencia científica que lo respalde. No debería usarse fuera de los protocolos de investigación médica o para casos excepcionales, con la aprobación del comité de ética del hospital, el consentimiento informado del paciente y sin costo alguno. Al ser (la sangre) un producto autólogo, se puede utilizar con el consentimiento de la persona».

Aclaró, también, que tampoco debería publicitarse como una terapia estética porque «no están demostrados los efectos que se le atribuyen». Explicó que en medicina «no es la impresión personal lo que prueba un resultado, sino su demostración científica».

En varios hospitales del país hay equipos que actualmente están ensayando aplicaciones médicas del PRP, un producto sanguíneo que se investiga desde hace unos 15 años. Algunas de las especialidades que lo aplican son la odontología (cirugía maxilofacial e implantología), la traumatología quirúrgica, la deportología, la dermatología (regeneración de tejidos quemados, heridas o úlceras en pacientes con pie diabético), la oftalmología y hasta la veterinaria.

Fuente: LA Nación