Cobos y Carrió se acercan y exploran un acuerdo para 2015

Cobos y Carrio
Esta semana se vieron a solas y compartieron una cena en público. Limaron diferencias.
La imagen de Elisa Carrió y Julio Cobos, fugaz, en la fiesta que la diputada montó en el Palais Rouge para celebrar los 10 años de la fundación del Instituto Hannah Arendt, podría inducir a equívocos.

La chaqueña y el mendocino, alguna vez enemigos íntimos, están mucho más cerca de lo que se cree, aunque ambos, por ahora, prefieren moverse en las sombras. El mendondocino sólo estuvo un rato en la fiesta porque, amén de que no es un hombre que se desviva por el champán o el baile, lo que verdaderamente le importaba lo había hecho antes.

Carrió y Cobos estuvieron reunidos a solas para explorar algún tipo de acuerdo con vistas a 2015. La cita fue el broche de varias charlas telefónicas que transcurrieron a espaldas de la cúpula de la UCR.

“Nos tenemos que juntar para que el próximo presidente no vuelva a ser del PJ”, le dijo Carrió a Cobos. “Sí, coincido”, fue la respuesta, según dos fuentes que confirmaron el encuentro a Clarín. El otro punto fuerte de la reunión es que ambos piensan en el socialista Hermes Binner y en el líder de Proyecto Sur, Pino Solanas, como parte del armado.

“Lilita se quiere poner al frente de un modelo democrático, participativo, para elegir al mejor candidato en contraposición a la lógica autoritaria del pejotismo”, dicen cerca de la diputada.

Cobos, que viene de arrasar en Mendoza, ve un cambio notorio en la actitud de Carrió, a la que siempre acusó de rupturista, pero su acercamiento a ella sería también un mensaje hacia el corazón de la UCR. Aún no termina de digerir que le hayan impedido ser el jefe de la bancada radical en Diputados.

“Julio se junta con todos porque cree en el diálogo y no en la internita radical. Y es cierto que con Lilita está cada vez mejor. Los une que quieren hacer algo distinto, algo grande”, sostuvo un dirigente de su entorno que en estos días trabaja en el armado de la pata cobista en la Capital con la que podrían sumarse a UNEN.

Cobos y Carrió estuvieron mucho tiempo distanciados y se enfrentaron en las urnas en 2007, él como socio de Cristina y ella como principal candidata de la oposición. Luego sobrevino el voto no positivo y el reconocimiento popular que parecía conducir al entonces vice a ser el dirigente con más posibilidades de pelear la sucesión. Carrió, que buscaba lo mismo, lo tildó de oportunista. Pero ni Cobos fue candidato ni Carrió arribó a las urnas con un armado fuerte. Cristina, reelecta con récord de votos, los volvió a poner en la misma vereda.

“Lilita divide el mundo en dos clases de personas, las honestas y las corruptas. Cuando ella vio que Julio estaba en el primer grupo y que salió indemne de la corrupción K lo empezó a respetar”, cuentan los operadores de la diputada. Lo mismo piensa Carrió de Binner, otro con el que ha mantenido una relación oscilante y que ya está en carrera para 2015.
clarin.com