Era de la Metropolitana y estaba de civil, cerca de su casa. Se enfrentó con dos ladrones y alcanzó a matar a uno.
Hugo Gabriel Zaidán –34 años, agente de la Policía Metropolitana– estaba casado y tenía una beba de seis meses. El miércoles se había comprado una moto nueva. Pero ni tuvo tiempo de disfrutarla. Ayer a la tarde, otra moto se le puso a la par para asaltarlo y buscó cerrarle el paso. Él sacó su arma reglamentaria para defenderse. Hubo varios tiros cruzados, aunque el policía se llevó la peor parte y cayó asesinado a balazos. La víctima también alcanzó a disparar y matar a uno de los ladrones. Anoche, se creía que también había herido al cómplice, que seguía prófugo.
El hecho ocurrió alrededor de las 15, en Olleros y Berón de Astrada, en San Justo (La Matanza). Según dijeron a Clarín fuentes del caso, Zaidán estaba de civil, en su día de franco, y fue atacado por dos hombres cerca de su casa. La moto del agente fue encontrado a pocas cuadras de allí, donde también apareció muerto uno de los asaltantes.
La víctima era un hombre de mucha experiencia que trabajaba en la Metropolitana desde 2009, tras varios años de servicio en la Policía Federal.
Una fuente del caso precisó a Clarín que, según testigos de lo ocurrido, fueron dos jóvenes los que se aproximaron al agente para robarle. Se produjo un forcejeo y todo terminó a los tiros. “Zaidán tenía al menos cinco orificios de bala: uno en el cuello y el resto por la espalda”, agregaron.
El fiscal Carlos Arribas, de la UFI de Homicidios Dolosos de La Matanza, esperaba anoche el resultado de la autopsia para precisar la cantidad de balazos que recibió Zaidán. Creen que el policía había sido herido de un primer disparo en el cuello y que, al caer al piso, los asaltantes lo ejecutaron.
El ladrón muerto fue identificado como Claudio Sebastián Felipe, un joven con varios antecedentes por robo. El fiscal también esperaba su autopsia, pero los peritos adelantaron anoche que había recibido dos disparos en la zona lumbar.
Hubo momentos de nerviosismo en el lugar, cuando los familiares del asaltante muerto llegaron para ver lo que había sucedido.
Luego de matar a Zaidán, los ladrones huyeron dejando junto a él un revólver calibre 32 y una pistola .380, aunque se llevaron su arma reglamentaria. “ Hicieron unas diez cuadras con la moto robada, pero el joven que estaba herido no aguantó y el cómplice lo tiró ”, contó un vocero a Clarín.
El policía cumplía funciones en el área de vigilancia preventiva de la Metropolitana. Estaba casado y tenía una beba, de apenas seis meses.
Ayer, los peritos buscaban determinar la cantidad de disparos realizados de uno y otro lado. Por el reguero de sangre que quedó en el lugar del tiroteo, los investigadores creían que el otro ladrón también recibió algún balazo.
El de Zaidán fue el cuarto homicidio registrado en dos días en jurisdicción de La Matanza. Además, es el primer policía de la Metropolitana que asesinan este año y el tercero en la historia de la Fuerza porteña. En 2013 ya mataron a 14 agentes de la Bonaerense y a 12 de la Federal.
Fuente: Clarín