El ex presidente favoreció al kirchnerismo con su ausencia en la mayoría de las sesiones, pero apareció en la primera extraordinaria, convocada por la presidenta para prorrogar el impuesto al tabaco y lograr ascensos de militares, jueces y diplomáticos. Hace una semana, la Aduana pidió que vaya cinco años preso por la causa que investiga tráfico de armas durante su gestión. El resto de la oposición necesita de su ayuda para bloquear la carrera de tres militares.
Como no hacía hace meses, Carlos Menem ingresó al recinto del Senado, donde tiene reservada una de las 72 bancas, dispuesto a participar de la primera sesión extraordinaria del año, convocada por la presidenta para conseguir acuerdos para ascender a militares, magistrados y diplomáticos, además de prorrogar el impuesto al tabaco.
Ambos temas parecían acordados entre el kirchnerismo y la oposición, pero ayer se trabaron por la resistencia de los radicales a avalar los pliegos de tres militares que participaron del levantamiento carapintada de la semana santa de 1987, que desestabilizó al Gobierno de Raúl Alfonsín.
Menem partició de la reunión de la Comisión de Acuerdos de ayer en la que se debatieron los pliegos y no se llegó a un acuerdo. Se lo volvió a ver en la Cámara después de mucho tiempo, justo a una semana de que la Aduana le pidiera cinco años de prisión por la causa que investiga tráfico de armas a Croacia y a Ecuador durante la presidencia del riojano.
Pero lo más llamativo es que Menem ocupó su banca en la sesión, como no hacía al menos desde hace un semestre. Su asuencia fue siempre funcional al kirchnerismo, que pudo así dejar varias veces sin quórum a la oposición. También lo fueron algunas de sus votaciones, como el día que se abstuvo de votar el pliego de Mercedes Marcó del Pont y le permitió así ser presidenta del Banco Central.
El kirchnerismo tiene 31 senadores propios y cinco aliados, a uno de conseguir quórum por su cuenta. Sin Menem, la oposición no puede jamás plantearse ese objetivo.
En la Cámara alta nadie cree que Menem decida volver a sesionar para votar junto al Gobierno, que puede favorecer con sus faltazos con un menor costo político.
Fuente: lapoliticaonline