Sorpresa en el Senado porque Pichetto no defendió el presupuesto de Cristina

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El jefe de bloque estuvo ayer en la sesión pero no cerró el debate, como acostumbra en todas las reuniones. y le dejó ese lugar a Aníbal Fernández. Su mayor rechazo sería a las prórrogas impositivas y de la emergencia. La ansiedad por repetir la victoria y el acuerdo con Scioli.

Miguel Pichetto decidió ayer no abrir la boca en el debate por el presupuesto, las prórrogas impositivas y de la emergencia económica, postura que no hizo más que marcar su decisión de ir despegándose del Gobierno y trabajar para la candidatura presidencial de Daniel Scioli.

“A ver si me entiende: Acá y en cualquier país del mundo los debates legislativos los cierra el jefe de la primera minoría”, le gritaba con frecuencia Pichetto a Julio Cobos, en las épocas en que había perdido el control del recinto.

Ayer cortó su costumbre de ser la última voz de la sesión, algo que sólo se recuerda cuando en algunas sesiones polémicas Cristina le pedía mayor protagonismo al su ex mano derecha y ahora desterrado Nicolás Fernández.

El más recordado fue el debate por la ley de glaciares hace tres años. Pichetto esperó en vano una orden de la Casa Rosada y como no llegó se alió a Filmus y aprobó la norma que, contra la voluntad de Néstor y Cristina, bloqueaba la explotación minera en la cordillera.

Por decisión de Pichetto, ayer el cierre quedó en manos de Aníbal Fernández, quien ya había hablado como miembro informante pero tuvo que volver a tomar el micrófono.

Fuentes del Senado contaron a LPO que Pichetto admitió su bronca por las prórrogas impositivas y de la emergencia económica y por eso evitó defenderlas en el recinto.

Su negación a hablar sobre los números de Cristina Kirchner quedó más a las claras porque, para evitar errores, estuvo en los principales momentos de la sesión: cuando abrió y se definió la lista de oradores y la forma de tratamiento y en la votación, que esperó sin abrir la palabra.

O sea, no tuvo ningún contratiempo que lo obligara a viajar, sólo que prefería no quedar emparentado con el presupuesto y los impuestos que Cristina quiere para el resto de su gestión, justo poco antes de las elecciones en las que buscará repetir el triunfo de las primarias.

Un triunfo contra la UCR le permitiría posicionarse como candidato a gobernador, aunque para eso deberá enfrentar al actual mandatario Alberto Weretilneck, con respaldo en la Casa Rosada y también en algunas de las intendencia peronistas.

Para enfrentarlo el senador ya se encuadró con Daniel Scioli y apoya sin disimulos su candidatura presidencial.

Lo dejó a las claras cuando lo visitó en un acto oficial de Viedma, pero luego se lo llevó a la vecina localidad bonaerense de Carmen de Patagones.

Ayer volvió a dar muestras que no todo está igual y prefirió cerrar la boca. En diciembre Cristina deberá decidir si lo quiere mantener como jefe de bloque o prefiere a alguien que todavía quiere defender su gestión.

Tiene un problema: su mayor vocero es hoy el neuquino Marcelo Fuentes, quien no la tendrá fácil para lograr su reelección. Y Pichetto ya no tiene ganas de arriesgar el cuero por ella.
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