Cientos de sindicalistas camioneros comenzaron a poblar el microcentro porteño, convocados por su jefe, Hugo Moyano, para reclamar frente a las oficinas de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) fondos adeudados para la obra social del gremio.
La queja se concretará un año después de la primera advertencia de Moyano, y sólo después de que el Ejecutivo presentara una denuncia en su contra por presuntos desvíos millonarios a empresas ligadas a su entorno.
El líder de la CGT Azopardo prometió llevar hoy a unos 40 mil camioneros a la puerta de la SSS, en Roque Sáenz Peña 530. La protesta tendrá dos ejes de las obras sociales: la restitución a esas organizaciones del Fondo Solidario de Redistribución (FSR), que en la actualidad acumula unos 17 mil millones de pesos, y el rechazo a la atención de los monotributistas, que aportan un porcentaje menor que el de los afiliados de origen.
Por este el acto, ya se restringió la circulación de vehículos en los alrededores del Obelisco, en los cruces de la avenida 9 de Julio y San Juan e Independencia y en la Plaza de Mayo.
Aunque Moyano dijo que la protesta estaba planeada desde hacía un mes, el propio camionero la relacionó con la denuncia que presentó la procuraduría antilavado (Procelac) en su contra por un supuesto desvío de 577 millones de pesos de la obra social Oschoca a tres empresas de sus familiares y dirigentes de su entorno más próximo. La presentación recopiló supuestas maniobras relevadas por la Unidad de Información Financiera, un organismo del Ministerio de Justicia que maneja José Sbattella, respecto de las firmas Iarai, Aconra y Dixey.
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