Bogotá, 18 sep (PL) Colombia llamó a aceptar el acuerdo sobre Siria suscrito por Rusia y Estados Unidos en Ginebra, que estipula el desmantelamiento de las instalaciones de almacenamiento de armas químicas en ese país árabe.
Un comunicado de la cancillería reitera el apoyo al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y agradece el informe de la misión investigadora presentado el 16 de septiembre, «realizado en condiciones difíciles, y solicita el regreso urgente de esa comisión a Siria para continuar la implementación de su mandato».
Reitera, a la par, su llamado a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, «quienes tienen en sus manos la capacidad de tomar decisiones que pongan fin a la difícil situación del pueblo sirio y permitan a la población encontrar el camino de la reconciliación y la paz duradera».
En su informe sobre la situación en esa nación árabe, Ban confirmó el uso de armas químicas en grandes proporciones el pasado 21 de agosto en Siria, pero rechazó referirse a los posibles culpables del hecho.
Añadió que quienes utilizaron esas sustancias u otras similares tienen que ser juzgados conforme a un principio básico del derecho internacional, pero esto se hará a través del Consejo de Seguridad de la ONU, que está listo para analizar el tema.
Siria y Rusia culpan del ataque del 21 de agosto a las bandas armadas que intentan derrocar por la fuerza al presidente Bashar al Assad, mientras Estados Unidos y sus aliados responsabilizan a las fuerzas leales al mandatario sirio.
Una propuesta de Moscú, con la anuencia de Damasco, estipula brindar información sobre la cantidad y ubicación de las sustancias tóxicas sirias, la inspección por expertos internacionales de los silos de almacenamiento y su destrucción, en colaboración con instancias internacionales.
La iniciativa rusa alejó la posibilidad de un ataque militar de Estados Unidos que parecía inminente, aunque la Casa Blanca advirtió que tal opción todavía se mantiene.
Las autoridades sirias ya presentaron oficialmente a la ONU su disposición de adherirse al tratado internacional contra la producción, almacenamiento y empleo de armas químicas.