Los cuartos fantásticos

River fue una aplanadora: le hizo cuatro a Lanús, terminó cuarto en el torneo y fue el mejor entre los grandes en el Apertura. Ah, y Pavone jugó por cuatro…

No tienen superpoderes. No son irrompibles. No vuelan (aunque ayer lo pareciera). No son inmortales ni usan cappa. Pero en Pavone, Lamela, Almeyda y Jota Jota López, River tiene a sus cuartos fantásticos.

Tiene presente y futuro. Presente para convertirse en un equipo difícil, duro, por momentos agresivo, un River de twitter que no necesita sanata para decir lo suyo y que en 140 caracteres (o cinco llegadas a fondo) pasa por arriba a Lanús. Y futuro para asegurar que si tambaleó durante buena parte del torneo, perdió a un técnico pero así y todo finalizó cuarto, consolidó una base como para seguir creciendo.

El cierre del Apertura da para ilusionarse. Como no le sucedía desde el campeón de Simeone, River tiene con qué. Lo demostró Pavone con su decisión, y su fuerza para bancarse la que venga, inventar un penal con un giro bárbaro y convertirse en el goleador del equipo forzando a Caranta a mandarse un blooper infantil. Lo demostró Lamela, el mismo Lamela que de a ratos inunda la bola con cierta displicencia pero que tiene genitales (y no de nena) para meterla, asistir a Román, pisarla o aguantarse el enojo (disfrazado de patadas) de Hoyos, Goltz y compañía. Lo demostró Almeyda (cada vez mejor acompañado por Acevedo), por lo que transmite y empuja aún en uno de sus tardes menos pensadas. Y lo demostró el Negro López con decisiones simples, una cosecha importante de puntos, el objetivo cumplido de terminar este año fuera de la Promoción y, de yapa, ser el mejor ubicado en la tabla final de los cinco grandes.

El cierre del Apertura, se insiste, es como para descorchar. Pero con reparos. La necesidad de encontrar una regularidad es grande. El River que vapuleó a Lanús, es el mismo que, una fecha atrás, fue goleado por Estudiantes. El equipo que ayer no perdonó la debilidad defensiva de Lanús, mostró errores en el fondo, no supo cómo defenderse con la pelota y un pobre cabezazo de Pelletieri y un manotazo de Carrizo lo salvaron de terminar apretado.

La consolidación de los pibes, la recuperación de Buonanotte o la contratación de D’Alessandro, Aimar o cualquier otro de jerarquía pueden darle el salto de calidad para pelear en serio con Estudiantes o Vélez. La continuidad de Jota Jota o la llegada de otro DT marcará su rumbo. Para romper de verdad las nueces, hoy le falta. Por ahora, el 4-1 y la imagen final alcanzan para brindar, festejar y disfrutar de tener a los cuartos fantásticos. No es poco.

Fuente: Olé