El hombre luego se vio cercado por la Policía y trató de degollarse. Una ambulancia lo traslado al San Roque. Insólito: un enfermero le robó dinero
Sos mía o no sos de nadie- La dentada hoja del Tramontina se hundió entre el omóplato izquierdo y las costillas. El cuerpo cayó por su propio peso.
Las palabras precedieron a las dos certeras puñaladas por la espalda. Los gritos de ella, desgarradores, perforaron la tranquila madrugada de Gonnet, en medio de la fría y persistente llovizna. El se dio cuenta que le era infiel. Y reaccionó con la furia de quien se sabe traicionado.
De sus tres pequeños hijos, la menor, se asustó por el grito de la mamá. La vio tirada sobre un gran charco de sangre y salió a pedir ayuda. Los policías contaron después que un móvil de la seccional 13° llegó a la vivienda de calles 7 entre 489 y 490, y del mismo modo que la nena, se toparon con el cadáver de la mujer. El esposo estaba en la habitación contigua. “Se sintió encerrado, que no tenía escapatoria”, contaron los uniformados. Y se intentó suicidar, con un profundo corte en el cuello. El rápido accionar de los policías permitió socorrerlo en los primeros instantes, mientras a la vez llamaban a una ambulancia. Anoche, el hombre permanecía internado, en grave estado, aunque estable, en el hospital San Roque de Gonnet.
Incluso, estando el detenido en el hospital, ocurrió un hecho insólito: un enfermero le robó dinero del pantalón. La maniobra fue vista por un efectivo que estaba de custodia (ver Enfermero del San Roque preso por robar al paciente)
El personal de la comisaría de Gonnet junto al fiscal en turno Alvaro Garganta reconstruyeron los detalles del crimen. Lo calificaron como “homicidio”. Y establecieron que se produjo a las cuatro y cuarto de la madrugada en la vivienda que convivía el grupo familia.
A esa hora, Nancy Silvia García de 29 años, fue apuñalada por su marido, Mario Morales de 31 años. Ella falleció casi al instante. El quedó detenido a disposición de la jueza de garantías Marcela Garmendia.
Los policías de la jurisdicción fueron recibidos en la casa por la hermana del imputado. Los efectivos pudieron ver que el hombre se había intentado degollar con el mismo cuchillo Tramontina que utilizó para asesinar a su mujer. Aún lo tenía en la mano, empapado en sangre, igual que el resto de sus ropas y zapatillas.
Fuente: TN