La punta es sólo mía

newNewell’s bajó de la pelea a Gimnasia, que llegaba invicto, y mira a todos desde arriba. Heinze, Maxi y Cruzado, los goles.

No hay en el fútbol argentino un equipo que cuide tanto y tan bien la pelota como Newell’s. La estadía del Tata Martino dejó su marca en el banco leproso heredado por Alfredo Berti. Además, el nuevo entrenador pudo por fin recurrir al equipo ideal, ese que salió campeón en el Final, aunque con las ausencias de Vergini y de Scocco. Newell’s sale de memoria y juega de memoria. Los rivales deberán encontrar el modo de pelearle a la Lepra. Gimnasia, el enésimo equipo que lo esperó atrás, ayer le hizo fuerza un rato, pero se fue de Rosario con tres goles en contra.
Los aplasta poco a poco. Newell’s toca y toca, los minutos pasan y, siempre, se encuentra con alguna oportunidad. Esta vez, le costó generar peligro para Monetti y el gol llegó recién a los 36 minutos con un tiro de esquina: Barsottini perdió la marca de Heinze, que regresó tras un esguince de rodilla, y el Gringo anotó el 1-0 de cabeza. Entonces sucedió lo de siempre: el planteo defensivo dejó de resultar útil y hubo que salir.
Gimnasia no tuvo tiempo de intentar cambiar la estrategia, porque, a los 10 del segundo tiempo, Maxi Rodríguez peleó la pelota en la puerta del área del Lobo, Aquino remató y la Fiera empujó el rebote en su 100° partido con la camiseta leprosa. Los platenses quedaron sometidos por su propia receta y Newell’s se sintió mucho más cómodo en el campo de juego. Ya sin Bernardi en cancha (salió lesionado antes del entretiempo), Newell’s siguió haciendo circular la pelota. Así encontró el 3-0 en los pies de Cruzado a 4 minutos del final.
A pesar de las idas, los pocos arribos y el calendario apretado, Newell’s vuelve a pisar fuerte.

LA Razón