Papa Francisco reza por la paz en Egipto

papaEl Pontífice se dirigió a miles de fieles y peregrinos que aguardaban en la Plaza de San Pedro, bajo un sol ardiente, que se asomara a la ventana de los apartamentos del Palacio Apostólico del Vaticano para escuchar su alocución y rezar juntos el tradicional Ángelus dominical, indicó Efe.

El papa Francisco afirmó este domingo que sigue rezando por la paz en Egipto, donde los islamistas convocaron nuevas manifestaciones tras cuatro días de violencia que dejaron más de 750 muertos.

«Seguimos rezando por la paz en Egipto», declaró el papa durante su tradicional Ángelus dominical desde el balcón del Palacio Apostólico en la plaza de San Pedro, reseñó AFP.

El sábado, el Vaticano ya indicó que el papa Francisco seguía «con una inquietud creciente las graves informaciones provenientes de Egipto».

El papa «continúa rogando y deseando que cese la violencia y que las partes enfrentadas escojan la vía del diálogo y de la reconciliación», precisó.

El jueves, el pontífice ya había orado por las víctimas de la violencia en Egipto, así como «por la paz, el diálogo, la reconciliación en esa querida tierra».

El Papa dijo hoy que «fe y violencia son incompatibles», más bien al contrario, ya que «la verdadera fuerza del cristiano es la fuerza de la verdad y del amor, que comporta renunciar a cualquier tipo de violencia».

El Pontífice se dirigió a miles de fieles y peregrinos que aguardaban en la Plaza de San Pedro, bajo un sol ardiente, que se asomara a la ventana de los apartamentos del Palacio Apostólico del Vaticano para escuchar su alocución y rezar juntos el tradicional Ángelus dominical, indicó Efe.

La aparición del papa Francisco levantó un clamor entre los asistentes, que se aplacó cuando fueron bendecidos y saludados por el pontífice con un «Buenos Días».

Antes del rezo, el papa señaló que «el Evangelio no autoriza en absoluto el uso de la fuerza para defender la fe».

«Fe y violencia son incompatibles», exclamó en dos ocasiones el papa argentino.

Jorge Mario Bergoglio aludió a Jesús cuando avisó a sus discípulos: «¿Pensáis que he venido a traer la paz en la tierra? No, yo os digo, también la división».

El papa explicó que «Jesús no quiere dividir a los hombres entre ellos, al contrario: Jesús es nuestra paz y reconciliación».

Pero esta paz no es neutralidad, no es un compromiso a cualquier coste, señaló.

«Seguir a Jesús comporta renunciar al mal, al egoísmo, elegir el bien, la verdad, la justicia, aunque requiera sacrificio y renunciar a los propios intereses».

Y esto divide, lo sabemos, «aun a los vínculos más estrechos», dijo el papa.

Añadió que «la fe no es una cosa decorativa, ornamental, vivir la fe no es decorar la vida con un poco de religión como si fuera una tarta que se decora con un poco de nata».

«La fe -subrayó- comporta elegir a Dios como criterio base de la vida. Dios no es un vacío, no es neutro, es siempre positivo, después de que Dios vino al mundo no se puede hacer como si no lo conociéramos».

Tras su alocución, el papa fue largamente aplaudido y pidió a los congregados que rezaran por las víctimas del naufragio del viernes por la noche en Filipinas, en el que han muerto al menos 34 personas.

Fuente: El Universal