Sabes “Pelado”, hubo un tiempo que me merecías respeto, aunque para mi equivocado, te respetaba porque eras un combatiente.
Sabes “Pelado”, cuando empecé a tener conciencia de tus acciones terroristas, siempre con ventajas, te perdí totalmente el respeto, pues pasaste a ser un criminal, un asesino, un militar de un ejército clandestino, un secuestrador y un ladrón.
Sabes “Pelado”, cuando las Instituciones de la República, cumpliendo las directivas de un gobierno democrático, quizás con más defectos que virtudes, ordenaron y reglamentaron presentar batalla al ejército clandestino que vos integrabas, buscaste tu “santuario” europeo.
Sabes “Pelado”, cuando en tu lujosa vida europea, mandabas a tus “jóvenes soldados”, armas, balas, explosivos y pastillas de cianuro, sentí asco por vos.
Sabes “Pelado”, cuando armaste la “contraofensiva”, te tuve aún más asco. No te enojes, creo que fuiste un criminal de criminales.
Sabes “Pelado”, cuando pude contribuir, a vaciar parte de tu billetera, la de Graiver, me sentí feliz, y mucho más porque no hubo en ello, muertos, desaparecidos, ni robos. ¡Que alegría!, tu “periodista suizo”, y tu Raúl Magario, no recibían más el sobre mensual, entonces tus soldados perdían sustancialmente esas armas, esas balas, esos explosivos y esas pastillas de cianuro, positivismo puro, sano y cristalino.
Sabes “Pelado”, el 17 de abril del año 1989, firmaste, junto con Firmenich, Vaca Narvaja, Bidegain, Cepernic, Pardo, Martínez Agüero, Inés López, Unamuno, Salmón y Montoto, el “COMPROMISO SOLEMNE, POR LA PACIFICACION, RECONCILIACION NACIONAL, SUSTENTADAS EN LA JUSTICIA SOCIAL, Y LA AUTOCRITICA”, volví a respetarte, creí iluso, que te habías recuperado.
Sabes “Pelado”, cuando recientemente volviste a mandar al frente, a jóvenes para el ataque artero y cobarde, me hiciste recuperar aquella sensación de asco ya olvidada.
Mientras te escribo, cumplo 2780 días de prisión por contribuir a que perdieras mucho de esa billetera. Claro no te importa, vos igual la recuperaste, te felicito, hoy tenés amigos en el poder, que te la mantuvieron llena, y una justicia complaciente que te libera. Y bueno es así, que bueno es tener esa suerte. ¿No? A mi me daría vergüenza.
Sabes “Pelado”, yo de acá no puedo salir, pero vos que tenés amigos, seguro que te autorizan, nos tomamos un café aquí en la cárcel, es más… ya que te escondiste hace poco en la Catedral, si querés, vení con alguien de ese Templo Sagrado.
¿Sabes porque “Pelado”?, porque quiero intentar convencerte, que la guerra terminó, para que no mandes muchachos y muchachas al frente. ¡Ya sos grande!, para el reglamento del Servicio Penitenciario Federal, un geronte. ¿ No crees que es momento de conciliar?. ¿No tenés familia?. ¿No pensás en tus hijos, nietos o sobrinos tuyos o de otra persona?.
Por favor “Pelado”, sé bueno, no seas cobarde…
Por supuesto que el señor Roberto Cirilo Perdia no vino, ¿quizás se enojó?, no lo sé, pero bueno otra vez será, yo pensaba contarle todo sobre mis preocupaciones.
Contarle, que me aterra ver y escuchar acciones y declaraciones tan perversas, duras e inexactas, de boca de los “defensores de los derechos humanos”. Que me produce pánico, el observar la ligereza de conceptos vertidos por nuestros funcionarios políticos y judiciales en cargos de máxima responsabilidad, a favor del terrorismo nacional e internacional. Me asusta observar que nuestros empresarios, profesionales y dirigentes de entidades intermedias, no adviertan que bajo la pretendida nueva U.R.S.S. (Unión de Repúblicas Socialistas Sudamericanas), todo puede quedar destruído. Aclaro que exceptúo a Brasil, Chile, Colombia y Uruguay, por ahora.
Mis temores no son personales, bien claro lo tienen mis jueces, y así consta en el expediente. Acabemos con los rencores, con las venganzas, no seamos idiotas útiles del montado negocio millonario que en Argentina y otros países sudamericanos, propician algunos fundamentalistas, en nombre de los parcializados derechos humanos.
Dijo en sus memorias, el Dr. Ernesto “Che” Guevara, …”Quizás esa fue la primera vez que tuve planteado prácticamente ante mí, el dilema de mi dedicación a la medicina, o a mi deber de soldado revolucionario…, tenía delante una mochila llena de medicamentos y una caja de balas, …las dos eran demasiado peso para transportarlas juntas, …tomé la caja de balas…hay que hacer uno, cien, mil Vietnam”…
Hoy inauguramos y aceptamos, calles, plazas y monumentos que rinden honores y homenajes a el Dr. Ernesto “Che” Guevara. Entonces con todo respeto me pregunto, ¿Somos tan mediocres los argentinos?, que ni siquiera somos capaces de rendir iguales honores y homenajes a ciudadanos de bien, como por ejemplo los doctores René Favaloro, César Milztein o Bernardo Hussay, en igual proporción.
Bueno, el café se enfrió y “El Pelado” no vino, ¿qué estará planeando?
NORBERTO COZZANI
PRISIONERO POLITICO
C.P.F.Nº 1 EZEIZA