Se había ido de su casa de Altos de San Lorenzo el martes. La encontraron a la vera de un arroyo. Falleció ahogada
Después de dos días de desesperada búsqueda, la nena de 14 años que había desaparecido de su casa de Altos de San Lorenzo fue hallada a pocas cuadras de allí, muerta. Era el peor epílogo para la historia de Lucía Cañete Núñez, quien padecía retraso mental a causa de una meningitis, no hablaba y convivía con sus papás y nueve hermanos en una humilde casita ubicada en 28 entre 89 y 90.
A eso de las 10.15 de la mañana de ayer la Policía la encontró en un descampado de esa misma zona conocida como Puente de Fierro, en 30 y 98. Estaba tirada al costado de un arroyito, con la misma ropa con la que se había ido el martes de su domicilio y en un estado que hizo difícil para los forenses estimar la causa del deceso.
El fiscal Tomás Moran, que estuvo en la escena, ordenó a los peritos levantar todas las muestras que consideraran pertinentes y preservar el cadáver antes de su traslado a la morgue, donde minutos antes de las 5 de la tarde se le practicó la autopsia.
Los especialistas descartaron entonces la existencia de lesiones en el cráneo, el cuello, el tórax y el abdomen de Lucía. También desecharon la posibilidad de que hubiera sido víctima de un ataque sexual: no tenía heridas genitales, ni rastros de haber mantenido relaciones sexuales anteriormente. Lo que constataron fue “agua y barro en el estómago, lo que permite inferir que la muerte pudo producirse por las condiciones climáticas, sumado a una posible caída en el bañado donde fue hallada”, revela el informe preliminar de la autopsia.
Esto queda sujeto a la concreción de pericias complementarias, pero, en definitiva, la hipótesis más firme es que la nena se escapó de su casa, corrió hacia ese curso de agua donde su papá solía pescar y, por el frío, se desmayó o sufrió una descompensación cardíaca. Quedó tendida a la vera del arroyo y falleció ahogada. De este modo, quedó descartada la teoría de que haya sido víctima de un ilícito.
Este caso comenzó el martes pasado, aunque trascendió recién el miércoles y Trama Urbana lo informó de manera exclusiva en su edición de ayer. La comisaría Octava comenzó a trabajar en el hecho a partir de la denuncia que el mismo martes formuló en esa seccional Elena Núñez Maidana, la mamá de Lucía.
La mujer contó que a eso de las 8 de la mañana del martes había despertado a su hija para desayunar y que unos 40 minutos después notó que ya no estaba en la habitación, observando que la puerta principal se encontraba abierta. No era la primera vez que la menor escapaba de su vivienda, pero, según dijo, nunca tardaban demasiado en encontrarla. Sin embargo las horas corrían, Lucía no aparecía y decidieron recurrir a la policía. Se iniciaron actuaciones por “averiguación de paradero” y se le dio intervención a la DDI La Plata, cuyos hombres se sumaron a la búsqueda junto con los de la Distrital Villa Elvira.
La presunción más fuerte era la peor, sobre todo por las bajas temperaturas y el hecho de que la nena sólo estaba vestida con un shor rojo, un pulóver negro y marrón, y estaba descalza. Además, no podía comunicarse y en el barrio la conocían, de modo que si alguien de confianza la había visto perdida lo más probable era que ya se hubiese contactado con alguien del entorno.
Las sospechas más tristes se confirmaron ayer a la mañana. Según los forenses, Lucía murió unas 48 horas antes de que la hallaran, es decir, poquito después de que se fue de su casa.
Más de 200 policías, caballos y un helicóptero
La búsqueda de Lucía se intensificó el miércoles y para el momento del hallazgo ya había 200 policías de distintas comisarías de toda La Plata asignados al operativo, junto con los de la DDI, Infantería, Caballería y hasta el helicóptero de la fuerza. Un dato que desnuda la extrema pobreza de la zona es que cuando éste aterrizó en inmediaciones de un asentamiento, a varias casitas se les volaron las chapas y los cartones que sirven de techo.
En el rastrillaje también colaboraron vecinos del barrio.
Fuente: Diario Hoy