Una mujer concibió un bebé mediante fertilización in vitro en combinación con una nueva técnica de análisis del genoma que permite seleccionar un embrión descartando anomalías y predisposición a determinados males
Luego de varios intentos fallidos de concebir un bebé, Marybeth Scheidts y su marido, David Levy, decidieron probar con técnicas de fertilización asistida. La pareja probó distintos procedimientos sin éxito, hasta que probaron un nuevo método de secuenciación de genoma para analizar los embriones.
Tras obtener 13 embriones, los médicos de la pareja norteamericana tomaron células de cada uno de ellos y las enviaron a la Universidad de Oxford para su estudio. Allí, los investigadores aplicaron un método llamado «secuenciación de próxima generación» («next generation sequencing») para decodificar el genoma entero, según informó hoy el diario Clarín. Esta sería la primera vez que se aplica el método a selección de embriones.
Este método permitió a los expertos de la universidad británica determinar que tan solo tres de los trece embriones tenían el número de cromosomas correctos. De esos embriones sanos, seleccionaron uno, que fue implantado. Al cabo de nueve meses, Scheidts dio a luz a Connor.
La secuenciación de próxima generación además permite a los médicos conocer con mayor profundidad las anomalías en los embriones y analizar su predisposición a desarrollar futuras enfermedades, como el cáncer o el Alzheimer.
En la actualidad, tan solo 30% de los embriones seleccionados para su implantación llevan a un embarazo. El motivo de la baja tasa de éxito es por el momento desconocido, aunque se cree que uno de los motivos sería, precisamente, los defectos genéticos no identificados.
De acuerdo con los especialistas de la clínica Main Line Fertility, donde se atendía la pareja, este procedimiento aumenta las posibilidades de embarazo en un 50%, al tiempo que reduce las probabilidades de aborto.
Los especialistas vaticinan que esta técnica podría estar disponible para una mayor cantidad de pacientes en el futuro, al ser cada vez menos costoso. Sin embargo, la aplicación del método también plantea la pregunta acerca de si es correcto querer anticiparse a posibles futuros males y, a la vez, qué hacer con aquellos embriones descartados a partir del análisis de se estructura genética.
En este sentido, varios expertos, además, remarcaron que el procedimiento debe aplicarse cuando hay motivos legítimos, como saber que el bebé desarrollará determinada enfermedad, y no «porque sí».
Otros métodos que se utilizan en la actualidad también realizan un análisis genético de los embriones, pero principalmente en búsqueda de enfermedades o malformaciones puntuales. El nuevo método, al ser una decodificación del genoma completo, amplía el rango de estudio y permite anticiparse a una mayor cantidad de posibles males futuros.
Fuente: Infobae