Más de cien obras entre pinturas, dibujos y grabados conforman la exposición antológica «Collivadino: Buenos Aires en construcción».
Hacia el 1900, Buenos Aires dejaba las tradiciones campesinas y se ponía el traje de la modernidad. Estos cambios en la estructuras de la ciudad inspiraron la obra de Pío Collivadino, recuperada en una exposición que se exhibe en el Museo Nacional de Bellas Artes hasta el 25 de agosto.
La exposición propone mostrar a Pío Collivadino (1869-1945) como el artista que construyó una mirada paisajística sobre Buenos Aires: sus pinturas retratan temas sencillos y cotidianos, desde las esquinas de las calles iluminadas con luces de gas a los caseríos, los barrios marginales, los primeros rascacielos, las fábricas, los puentes, los barcos o las escenas de obreros descansando.
Nacido en Barracas, hijo de una familia de inmigrantes lombardos, Collivadino se formó como artista en Italia entre 1890 y 1906 y, desde su regreso al país, plasmó en su obra la transformación de Buenos Aires a través de una paleta de colores innovadora y poco adoptada, al igual que sus temáticas.
«Desde el cine y la fotografía se tuvo una mirada diferente, pero desde la pintura, a Buenos Aires se le pensaba como una ciudad fea o poco interesante, con pocas cosas para contar y es precisamente Pío Collivadino quien se encarga de romper con ese estereotipo y se dedica a mostrar lo que nadie quería mostrar», explicó la curadora de la muestra, Laura Malosetti.
«Dueño de una técnica refinada, dibujo sólido y un estilo por momentos puntillista, que alternaba con gruesos empastes, Collivadino captó la luminosidad de la ciudad y los suburbios en una serie de obras que se despliegan a lo largo de las tres primeras décadas del siglo XX», dijo Malosetti.
La exposición cuenta además con un espacio destacado para fotografías y vídeos que contribuyen a poner en contexto la obra de Collivadino y a ilustrar con detalle la evolución de Buenos Aires.
«Uno de los aspectos más celebrados de la obra de Collivadino es que logró con su dominio de la técnica pictórica expresar esa ciudad que se transformaba, que avanzaba hacia sus márgenes en las calles abiertas de los barrios y crecía en la altura de sus edificios modernos», señaló la directora del museo, Marcela Cardillo.
Collivadino fue el primer artista argentino que participó en la Bienal de Venecia en 1901, y también lo hizo en la edición siguiente (1903) al enviar su emblemático óleo «La hora del almuerzo» –perteneciente al patrimonio del Bellas Artes- y en 1907 fundó el grupo Nexus junto con Fernando Fader, Cesáreo Bernaldo de Quirós, Carlos Ripamonte, Justo Lynch, Alberto Rossi y los escultores Arturo Dresco y Rogelio Yrurtia.
Además de su actividad como pintor, Collivadino desempeñó durante más de treinta años un rol destacado como director de la Academia Nacional de Bellas Artes donde fundó el taller de grabado, que se convirtió en una herramienta fundamental para los artistas de la época para la difusión de las vanguardias.
Horarios: martes a viernes, de 12.30 a 20.30; sábado y domingo 9.30 a 20.30.
Entrada gratuita.
Más información en http://www.mnba.org.ar
Fuente: TN