Tiene 17 años. Estaba alojado en el Almafuerte, por robo. Lo llevaron a un juzgado de Lomas de Zamora. De regreso, sacó una faca y redujo a dos empleados de Minoridad. Se fue corriendo
Tiene 17 años y estaba alojado en el Centro Cerrado Almafuerte desde hace poco más de cuatro meses, por una causa caratulada “robo simple en concurso real con daño agravado”. Estaba, porque ya no está más. Aprovechando un traslado desde el juzgado que lo había requerido, ayer sacó una faca (arma blanca de fabricación casera) que inexplicablemente tenía escondida, la presionó contra el cuello del empleado de minoridad que manejaba el coche y obligándolo a frenar, escapó a campo traviesa.
Por lo que informaron fuentes policiales, ni el chofer ni el otro guardia que lo custodiaba terminaron reducidos y al momento de esa maniobra el pibe estaba esposado, aunque, si todo esto es así, nadie pudo evitar que fugara. Ahora lo buscan.
De acuerdo a lo que figura en la denuncia radicada en la comisaría Séptima de Abasto, todo empezó ayer a la mañana, cuando Jorge Achilli, empleado del área Traslados de Detenidos de Minoridad, y un asistente de ese mismo organismo dependiente de Niñez y Adolescencia bonaerense, condujeron al menor de 17 años hasta el juzgado de Garantías del Joven Número 3 del departamento judicial Lomas de Zamora, a cargo de Luis Gabian.
Es que el adolescente debía participar de una audiencia previamente pactada, en el marco de la causa que lo tiene imputado y por la que estaba alojado en el instituto de Abasto. Según contaron los denunciantes, todo se desarrolló normalmente, hasta que emprendieron el regreso. A eso de las dos de la tarde Achilli conducía una Citroën Berlingo oficial, mientras que en el asiento trasero viajaba el menor, con las manos esposadas hacia adelante, bajo custodia de Monjes.
Al llegar a la Ruta 36 y 520 el chico “extrae de entre sus manos un fierro tipo punta, que coloca en el cuello del denunciante obligándolo a detener la marcha en forma inmediata”, informó un jefe policial, agregando que el chofer acató la orden al advertir que el menor “estaba muy nervioso”.
Siempre de acuerdo a lo que contaron los guardias, con la situación bajo control el acusado se dio a la fuga esposado en dirección a los campos de la zona, perdiéndose allí de vista. Las fuentes consultadas no pudieron precisar si el chofer y el asistente lo persiguieron, o no.
Lo concreto es que se le dio inmediato aviso a los móviles de las comisarías que dependen del Distrito Oeste, con una detallada descripción física y de vestimenta del menor evadido.
El operativo de rastrillaje resultó infructuoso. Horas más tarde, el chofer de Traslados radicó la denuncia por “evasión” en la Séptima.
Fugas de adolescentes: la figurita repetida
Las fugas en institutos de menores son moneda corriente, y el Almafuerte, ubicado en 520 y 183, no escapa a esa regla. De hecho, el 6 de mayo pasado cuatro adolescentes escaparon de allí tras mantener de rehén a una docente, a quien le apoyaron las argollas de una carpeta en el cuello. Luego obligaron a los celadores a abrirles la salida de emergencia, sortearon un alambrado y se fueron. Sólo uno, de 17 años, era de La Plata. El resto, de localidades del Conurbano bonaerense.
El joven evadido ayer es de oriundo de Villa Fiorito, mide 1.65 de altura, es delgado, y al momento de escapar vestía zapatillas blancas, un jean y campera azul y roja.
fuente: Diario Hoy