Fue en San Isidro, antes de dar misa. Los ladrones terminaron chocando contra un árbol.
Ni el frío ni la religión parecen aplacar a los ladrones del conurbano bonaerense. El domingo, poco antes del mediodía, dos jóvenes armados sorprendieron a monseñor Jorge Casaretto (76)–obispo emérito de San Isidro– cuando llegaba en su auto a una capilla de la localidad de Boulogne para dar misa. El sacerdote les entregó la llave del vehículo y su billetera, pero los asaltantes no lograron ir muy lejos: a las cinco cuadras chocaron con otro auto y contra un árbol, así que se bajaron del coche de Casaretto y escaparon corriendo.
Todo comenzó a las once de la mañana cuando Casaretto llegó con su Chevrolet Corsa a la capilla Santa María de los Angeles, ubicada en la calle Padre Castiglia al 1180, entre Nicolás Repetto y Manuel Lainez.
Tenía planeado oficiara allí la misa de las 11,30.
Según explicaron a la agencia DyN fuentes policiales, uno de los ladrones le apuntó al sacerdote con la pistola y lo amenazó para que no gritara, mientras el otro lo palpaba para quitarle sus pertenencias. En pocos segundos, y sin que los vecinos del lugar advirtieran lo que estaba ocurriendo, los delincuentes le robaron al obispo la billetera y las llaves del auto.
Los asaltantes se fueron en el Corsa y los investigadores creen que nunca se dieron cuenta de que estaban asaltando a un sacerdote ya que Casaretto, contaron las fuentes, iba muy abrigado debido al intenso frío y no se le notaba el clásico cuello de las camisas que usan los religiosos católicos.
Casaretto hizo la denuncia del robo en la comisaría tercera de San Isidro y cerca de las 15 del mismo domingo su auto fue encontrado incrustado contra un árbol en la calle Carlos Gardel al 2500, a cinco cuadras de donde había sido el robo. La Policía determinó que en su fuga desde la capilla los ladrones embistieron a otro coche que pasaba por la zona y luego chocaron contra el árbol, tras lo cual continuaron la huida a pie.
A cargo del Obispado de San Isidro durante 27 años, Casaretto renunció al puesto al cumplir los 75 años, pero continuó con el cargo emérito mientras que también se le asignó la misión como administrador apostólico de la Diócesis de Merlo-Moreno. A nivel nacional estuvo al frente de distintos cargos en la Conferencia Episcopal Argentina: en la Pastoral de Juventud, Pastoral de Laicos y Pastoral de la Comunicación. También fue presidente de Cáritas Argentina.
Fuente: Clarín