Disparos y molotov contra un empleado de AFIP

Por Andrés Actis

La víctima trabaja en el área que monitorea a los comercializadores de granos. Sin sospechosos.

ROSARIO. CORRESPONSALÍA

Un empleado con un cargo jerárquico en la delegación de Rosario de la Administración Federal de Impuestos (AFIP), que se desempeña entre otras tareas el control de registros de granos, sufrió esta semana dos atentados en su domicilio particular, ubicado en la zona sur de la ciudad.

El martes a la madrugada le balearon el frente de la casa. El segundo ataque llegó 48 horas después: desde una moto le arrojaron una bomba molotov  que destruyó la puerta de la vivienda. Los investigadores vinculan lo sucedido con su actividad laboral dentro del organismo público.

La noticia salió anteayer a la luz tras una publicación del diario La Capital. Ayer, las fuentes consultadas por Clarín  coincidieron que en todas las esferas el tema se está manejando con un “total hermetismo”. La víctima, de 45 años y cuya identidad permanece en reserva, tiene una trayectoria de muchos años en la AFIP. Radicó una denuncia en la Comisaría 15 de Rosario. Y por el tipo de actividad laboral que realiza, inmediatamente se dio intervención a la Fiscalía Federal en turno.

Según lo que relató el denunciante, ambos ataques se produjeron de madrugada, mientras él descansaba junto a su familia. El martes, desde un vehículo en movimiento, efectuaron tres disparos que se incrustaron en la pared de su domicilio. El jueves, casi a la misma hora, desde una moto arrojaron una bomba molotov que incendió la puerta de la casa. “No descartamos nada, pero todavía no tenemos ninguna pista firme de por qué atacaron su domicilio”, señalaron ayer efectivos de la Comisaría 15.

Los investigadores del caso, no obstante, creen que los ataques están relacionados con su vida laboral. El área en la que trabaja es la encargada de llevar adelante el registro de los acopiadores y operadores de granos. Su función es la de dar las altas y las bajas a quienes están siendo investigados por infracciones o irregularidades. Estas últimas semanas las dos oficinas que tiene la AFIP en Rosario trabajaron sin cesar ante la demanda de los operadores.

Ayer, en el domicilio del denunciante, aún podían verse las marcas que dejó la explosión de la bomba molotov. La casa permaneció durante todo el día custodiada por un móvil policial. En el barrio, entre los vecinos, reinaba el mismo hermetismo que entre los investigadores. Nadie quería dar su opinión de lo sucedido.

 

Fuente: Clarín