César Milani y dos polémicas fotos del alzamiento carapintada de Semana Santa

MilaniEn abril de 1987, la asonada que lideró Aldo Rico puso al gobierno de Raúl Alfonsín al borde del golpe; ¿el nuevo jefe del Ejército estuvo ahí?

«Felices Pascuas»… Fue la frase que casi todos conocen y repiten, pero pocos recuerdan el contexto en el que el entonces presidente radical Raúl Alfonsín la pronunció. Era abril de 1987, apenas tres años y un poco más de la recuperación democrática, después de los años de plomo. La asonada de los denominados «carapintadas» -militares jóvenes que, entre otras cosas, rechazaban las investigaciones sobre violaciones a los derechos humanos en la dictadura- había puesto a la administración alfonsinista al borde del precipicio institucional. Hasta sectores del PJ se mostraban «dialoguistas» con esos uniformados que pretendían condicionar a los poderes del Estado -el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial- que empezaban a funcionar en plenitud.

Esa asonada y otras similares derivaron en la sanción de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, que buscaron encubrir delitos de lesa humanidad. Esas dos leyes terminaron anuladas recién en la gestión de Néstor Kirchner. Hoy, esos hechos toman nueva dimensión por dos fotos tomadas en esos momentos en los que crujía la joven democracia recuperada. Cerca, muy cerca del entonces teniente coronel Aldo Rico se pudo ver a un hombre de características físicas similares a quien hoy es el centro de la polémica. La imagen está borrosa, pero la silueta, el contorno, coincide con las del militar, aunque genera algunas dudas.

El domingo pasado, el programa «Periodismo Para Todos», que conduce Jorge Lanata, mostró dos fotos en las que se ve a un militar de características físicas similares a César Milani, el actual jefe del Ejército Argentino. El hombre parece hablar con el entonces diputado Herminio Iglesias, ese caudillo de Avellaneda que se hizo famoso por quemar un ataúd con el escudo de la UCR. Esas imágenes forman parte de una edición de la revista Somos, de Editorial Atlántida. LA NACION accedió hoy a ese material que había sido mostrado brevemente en el informe elaborado por el ciclo de canal Trece.

Al general Milani se lo cuestiona desde el ámbito político y algunos organismos de Derechos Humanos que no están alineados con el gobierno de Cristina Kirchner por tener un pasado controversial. Se lo acusa por su actuación en el Operativo Independencia, que otra presidenta peronista, María Estela Martínez de Perón, ordenó para «aniquilar la subversión en un amplio territorio tucumano. Allí, en la densidad selvática de esa provincia, se cree que desapareció Alberto Ledo, soldado que fungía de secretario/colaborador de Milani.

También se lo cuestiona al nuevo jefe del Ejército por su pasado (y su pasión) por el espionaje. No sólo fue un agente de inteligencia militar muchos años y muy destacado, sino que llegó a conducir todo el arte vidrioso de la investigación sigilosa. Procesar información, analizarla y elaborar informes. Desde ese lugar es que saltó a codearse con los políticos y, sobre todo, con los kirchneristas.

Milani quedó, con la decisión de la presidenta Cristina Kirchner, como hombre fuerte de todo el aparato militar. No sólo porque ascendió al grado máximo en la escala del Ejército, sino que puso a un hombre de su confianza, el general Luis María Carena, al frente del Estado Mayor Conjunto, el órgano político-militar que maneja los recursos de la Armada y la Fuerza Aérea.

Con la difusión de la imagen de un hombre de características similares a Milani, se sumó un nuevo punto de conflicto. Pese a que el propio Aldo Rico no se quiso pronunciar sobre el tema ante un llamado de LA NACION y dijo desconocer todo, sus palabras dejaron más dudas que certezas. «No quiero hablar nada de eso, no me interesa hablar de Milani». Y cortó.

Fuente: La Nación