De «Nacional y Popular», por ahora poco: YPF aumentó la nafta en un semestre lo mismo que en todo 2012

ypfEn lo que va del año, el litro de nafta súper acumula una suba superior al 20%. Esta cifra es similar a la de todo el año pasado. La trampa del congelamiento de precios. ¿Qué sucede con Vaca Muerta? El mito de la pretendida autonomía energética. La oportunidad aún latente

Por un lado, el discurso triunfalista sobre las bondades de contar otra vez con una gran petrolera nacional. Por otro, el Gobierno sigue incrementando sin pausa el valor de los combustibles de la estatal YPF producto, entre otras causas, de la ausencia de un nuevo socio privado que aporte capital.
Así, con el retoque de principios de julio, la compañía llevó el litro de la súper por encima de los 7,3 pesos.
Más aun. Distintos analistas prevén que este último incremento no es más que un anticipo de cómo se darán las cosas en el medio año que queda por delante.
El alza de estos días -otra vez del orden del 3 por ciento- de seguro arrastrará al resto de los actores del sector, que aplican ajustes cada vez que YPF lo hace.
Cabe recordar que en junio último, y tras otra suba de la estatal, Shell no se dejó estar y casi en simultáneo aplicó aumentos en sus surtidores hasta llevar el litro de la súper a $7,399 en Capital Federal.
Pero, más allá del reciente «retoke», lo más significativo pasa por el aumento acumulado que YPF ha concretado desde que se inició el 2013.
En ese sentido, y según precisaron a iProfesional desde consultoras como Abeceb.com, la petrolera estatal ya elevó sus combustibles en el primer semestre del año más de un 22% respecto de diciembre.
Dicho porcentaje prácticamente iguala todo el aumento que llevó a cabo durante el 2012, cuando cerró el año con una suba de poco más del 23 por ciento.
A la hora de evaluar la causas de los incrementos, los analistas coinciden en un factor predominante: la falta de financiamiento externo que padece la empresa, producto de la forma en que fue expropiada, y el conflicto todavía abierto con la española Repsol, que mantiene a la petrolera alejada de capitales privados.
Esto obliga a la firma a seguir subiendo sus precios para mantenerse operativa y sostener el plan de acción fijado en 2012 que tiene el objetivo de revertir la baja en la producción, lograr la recuperación de pozos y agilizar el desarrollo de fuentes alternativas de combustible como Vaca Muerta.
«YPF necesita fondos como sea. Y los está obteniendo rompiendo la idea inicial de congelar los precios de las naftas. Esto derivó en una resolución que, aunque en su momento proponía estabilidad en los valores, en la práctica no hizo más que habilitar a la firma para que persista con las subas», aseguró a iProfesional Horacio Lazarte, economista de Abeceb.com.
«La resolución de precios máximos ocultaba una trampa. Estableció valores tope por regiones, pero la división de zonas que hizo el Gobierno consolidó la posibilidad de aumentar precios para generar caja. Por ejemplo, Capital Federal integra la misma región que la provincia de Buenos Aires. Y todos conocemos las diferencias de valores entre una plaza y otra. YPF puede subirlos en Capital incluso hasta empatar con zonas alejadas de la Povincia», agregó.
La diferencia entre un distrito y otro es notable. Mientras que en la Ciudad de Buenos Aires, el valor del litro de súper está a más de 7 pesos, en la zona sur del territorio bonaerense el mismo combustible ya supera con comodidad los 8 pesos.
Vale recordar que, cuando se inició el 2013, el litro de súper se ofrecía en las estaciones de servicio porteñas a menos de 6,40 pesos.
«El margen de diferencia entre una y otra zona, es el que habilita a los puntos de venta de la Ciudad a concretar subas en los meses venideros. Claro que en el interior YPF es más barata que, por ejemplo, Shell, por lo que la petrolera estatal puede subir hasta empatarle a su competidora», expuso Lazarte.
«El tema -añadió- es que al subir en esas plazas, automáticamente corre el margen y vuelve a habilitar más alzas en Buenos Aires. La resolución le permitió avanzar en una cadena de ajustes que le posibilita ir resistiendo hasta que lleguen las inversiones del exterior».
La falta de capital externo, el gran problema
«Como YPF no recibe capitales por el conflicto con Repsol, entonces inevitablemente sube y sube los precios para poder sustentar su producción. Tiene la obligación de bajar el declive de la extracción porque el Estado ya está muy endeudado por la importación de hidrocarburos», indicó a iProfesional un experto del sector que pidió off the record.
«El plan de alto impacto que YPF y el Gobierno presentaron el año pasado daba por sentado que la empresa alcanzaría el autofinanciamiento. Principalmente, porque la eventual llegada de inversionistas para Vaca Muerta le iba a asegurar fondos que ya no tendría que destinar a la exploración. Como eso no está sucediendo, hay parte de la caja de la petrolera que va a parar a desarrollar esa cuenca. Los clientes soportan en los surtidores la falta de aporte de capital que enfrenta la firma», agregó.
Lazarte coincidió con esta lectura: «Cuanto más se demore la llegada de inversores para poner un pie en Vaca Muerta, mayor costo financiero deberá soportar YPF para su operatoria y mayor será el desembolso que tendrá que hacer por su cuenta para recuperar pozos y desarrollar nuevas cuencas», dijo a iProfesional.
«A eso también hay que agregar que el año pasado ya había ´gastado a cuenta´. Por citar un caso, el Estado aportó 2.600 millones de pesos para ampliar la refinería de Luján de Cuyo, Mendoza. Mejoró la capacidad de refinamiento de la firma pero utilizando fondos que pensaba recuperar con la llegada de empresas internacionales», añadió.

Fuente: iProfesional