Tras la detención de Jorge Mangeri por el crimen de Ángeles Rawson, su esposa dialogó con un canal de noticias. Aseguró que es «inocente» y que «sufrió un apriete y le dijeron que le iban a hacer una cama». «Es inocente y buena persona», afirmó.
Diana Saetone, la esposa de Jorge Mangeri, el encargado de edificio que se encuentra detenido por el crimen de la adolescente Ángeles Rawson, defendió hoy a su marido asegurando que es un «perejil» al que le quieren adjudicar la muerte de la joven.
En diálogo con el canal C5N, Diana aseguró que su marido estuvo enfermo y contó que fue amenazado y golpeado antes de declarar ayer como testigo en la causa, lo que desencadenó su detención.
«No inventó ninguna enfermedad», sostuvo y agregó: «»apretaron» a mi marido».
Respecto a una presunta amenaza sufrida días atrás por Mangeri, Diana relató que dos hombres que iban en un auto «»Polo» negro sin patente lo amenazaron, le pusieron un arma en la cabeza y le dijeron que le iban a hacer una «cama»».
¿Si él vio algo y ese es el problema, si vio algo y por eso lo amenazan?», se preguntó.
En tanto, ayer, cuando regresaba de hacerse una ecografía y se aprestaba a ir a declarar, aseguró que «un patrullero de los viejos» se le acercó, le colocaron un gorro negro (lo encapucharon) y «ahí empezó el maltrato, le pegaron, lo quemaron, lo picaneron», lo cual fue corroborado por un médico legista.
La mujer se preguntó: «Si lo golpearon es porque tiene que callar algo, ¿no te parece?. No creo que sea una sola persona, en el auto había dos personas y en el patrullero también».
«Tenía toda la espalda como punzones», explicó la mujer y sobre unos rayones que presenta en el brazo dijo que son de arreglar el auto el domingo pasado, cuando se metió debajo del vehículo.
«Mi marido es inocente, yo quiero las pruebas, mientras no tenga las pruebas y solo sean sospechas, lo voy a defender a muerte», enfatizó y agregó: «Yo solamente voy a creer que pudo llegar a ser el monstruo que hizo esto, un perverso, si a mi me muestran más que muestras».
Agregó que una de las propietarias le dijo que desconfiaría del papa Francisco antes que de Jorge.
La esposa de Mangeri afirmó que se enteró de la desaparición de Angeles, a quien conocía como «Mumi», porque se lo contó la madre de la adolescente cuando ella bajó a comprarle remedios a su esposo y que él supo de esta situación por ella.
Relató que conocían a Angeles desde que la chica tenía 5 años y que la adolescente no tenía relación con su marido: «Era una nena muy tímida, era un hola y chau, nada más».
Sin embargo, reconoció que cuando «Mumi» era chiquita iba con su hermanito a tomar la leche a su casa con su sobrino y que cuando se enteró del crimen con su esposo lloraron abrazados porque quieren mucho a la familia.
Por último, la mujer aclaró que no se puede salir sin llave del edificio, en referencia al dato conocido ayer de que las pertenecientes a la chica estaban en su casa cuando desapareció, publicó Télam.