Colón pudo volver a sonreír

En Santa Fe, venció por 2-0 a All Boys y cortó una racha de tres derrotas consecutivas. Gigliotti, con un penal que generó polémica, abrió el marcador y Curuchet liquidó el partido sobre el cierre.

La victoria ante All Boys apenas maquilla el mal funcionamiento de Colón como equipo, pero le sirve (y mucho) como envión para el clásico de la ciudad frente a Unión, el próximo domingo. Es que al conjunto de Pablo Morant le sobran tan pocas cuestiones para sostenerse que deberá revisar sus cimientos, ya que sus producciones lo muestran como un equipo endeble. Le ganó 2 a 0 a La victoria ante All Boys apenas maquilla el mal funcionamiento de Colón como equipo, pero le sirve (y mucho) como envión para el clásico de la ciudad frente a Unión, el próximo domingo. Es que al conjunto de Pablo Morant le sobran tan pocas cuestiones para sostenerse que deberá revisar sus cimientos, ya que sus producciones lo muestran como un equipo endeble. Le ganó 2 a 0 a All Boys, resultado mentiroso por el desarrollo, en un partido que tuvo dos protagonistas con horizontes vacíos.

En el primer tiempo ambos demostraron porque hacía tres partidos que no convertían. Nunca el partido dio la sensación de encenderse, más allá de los cambios de nombres y sistemas que propusieron los DT a priori. Todo lo contrario, se vislumbró un enorme vacío. Y esa inerte demostración traspasó las líneas de cal y contagió al público que, entre tibios murmullos, sufrió el pobre espectáculo.

Hubo apenas dos chispazos que amagaron con prender la llama del período inicial, uno por cada lado y sin éxito, claro. El primero estuvo en los pies del goleador local, Gigliotti, única referencia ofensiva real de su equipo, con un zurdazo que pegó en el travesaño del arco defendido por Cambiasso. La visita tuvo su chance un rato después. Tras un corner, Vildozo la bajó de cabeza, pero Maxi Coronel no llegó a empujarla. Fueron dos intentos, pero el destino tenía fijado el cero en el marcador.

En el complemento las cosas mejoraron un poquito. Pero daba la sensación que al partido sólo lo destrabaría una pelota detenida o una casualidad. Y fue así. Tuvieron que pasar 30 minutos para que se rompa el cero. Gigliotti, quien había estrellado otro disparo en el palo en la segunda parte, se fabricó la chance con un penal, muy dudoso por cierto, que concretó un minuto después.

A partir de allí, All Boys se vio obligado a buscar el empate pero no tuvo con qué. No por falta de carácter sino por limitaciones. Pepe Romero metió mano pero nunca le encontró la vuelta a un mediocre Colón, lo que habla muy mal del equipo de Floresta. La visita iba en busca del empate por inercia hasta que a cinco del final tiró la toalla, tras la expulsión de Facundo Quiroga. Colón aprovechó el desconcierto visitante y marcó el segundo con una gran definición del ingresado Facundo Curuchet.

Fue triunfo sabalero entonces, sólo porque los números así lo afirman en la pantalla del estadio. Pero en lo que refiere al juego, los dos se llevan una clara derrota. resultado mentiroso por el desarrollo, en un partido que tuvo dos protagonistas con horizontes vacíos.

En el primer tiempo ambos demostraron porque hacía tres partidos que no convertían. Nunca el partido dio la sensación de encenderse, más allá de los cambios de nombres y sistemas que propusieron los DT a priori. Todo lo contrario, se vislumbró un enorme vacío. Y esa inerte demostración traspasó las líneas de cal y contagió al público que, entre tibios murmullos, sufrió el pobre espectáculo.

Hubo apenas dos chispazos que amagaron con prender la llama del período inicial, uno por cada lado y sin éxito, claro. El primero estuvo en los pies del goleador local, Gigliotti, única referencia ofensiva real de su equipo, con un zurdazo que pegó en el travesaño del arco defendido por Cambiasso. La visita tuvo su chance un rato después. Tras un corner, Vildozo la bajó de cabeza, pero Maxi Coronel no llegó a empujarla. Fueron dos intentos, pero el destino tenía fijado el cero en el marcador.

En el complemento las cosas mejoraron un poquito. Pero daba la sensación que al partido sólo lo destrabaría una pelota detenida o una casualidad. Y fue así. Tuvieron que pasar 30 minutos para que se rompa el cero. Gigliotti, quien había estrellado otro disparo en el palo en la segunda parte, se fabricó la chance con un penal, muy dudoso por cierto, que concretó un minuto después.

A partir de allí, All Boys se vio obligado a buscar el empate pero no tuvo con qué. No por falta de carácter sino por limitaciones. Pepe Romero metió mano pero nunca le encontró la vuelta a un mediocre Colón, lo que habla muy mal del equipo de Floresta. La visita iba en busca del empate por inercia hasta que a cinco del final tiró la toalla, tras la expulsión de Facundo Quiroga. Colón aprovechó el desconcierto visitante y marcó el segundo con una gran definición del ingresado Facundo Curuchet.

Fue triunfo sabalero entonces, sólo porque los números así lo afirman en la pantalla del estadio. Pero en lo que refiere al juego, los dos se llevan una clara derrota.
clarin.com