Especialistas oncólogos y cirujanos plásticos explicaron los alcances y riesgos de la operación a la que se sometió Angelina Jolie
La doble mastectomía a la que se sometió la actriz norteamericana Angelina Jolie para prevenir un posible cáncer de mama y que fue dada a conocer ayer tras publicarse un artículo suyo en el diario The New York Times, despertó una serie de dudas, preguntas y miedos de millones de mujeres en todo el mundo, motivadas también por las recientes estadísticas que indican un aumento de esta enfermedad en los últimos años.
La Organización Mundial de la Salud difundió en su último informe que esta enfermedad es la primera causa de muerte en mujeres entre los 35 y los 65 años, delante de las cardiovasculares. Y que el cáncer de mama en general aumentó un 30 por ciento en los últimos 40 años, quedando en segundo lugar, luego del de pulmón.
¿Pero qué llevó a Angelina Jolie a tomar esta drástica decisión? ¿Fue correcta su actitud aún no teniendo un diagnóstico de padecer la enfermedad? ¿Puede convertirse en una moda o en un negocio?
LA NACION habló con varios expertos en el tema que explicaron el caso puntual de Jolie y los cientos de miles de casos que ven todos los días en sus consultorios o en debates médicos internacionales, que se le diferencian.
«En la Argentina cada año hay aproximadamente unos 18.000 nuevos casos de cáncer de mama. En ese sentido, una de cada ocho argentinas desarrollará un tumor en la mama durante su vida, lo que convierte a esta enfermedad en uno de los tipos de cáncer más comunes del sexo femenino», explicó a LA NACION el Roberto Castaño, presidente de la Sociedad Argentina de Mastología.
«De esos 18.000 casos, más del 80 por ciento son producto del azar o de una causa todavía no identificada. Luego, del 6 al 9 por ciento están vinculados a la genética. La alteración de unos genes que están en los cromosomas 13 y 17. Esos genes son llamados BRCA 1 y 2. Y quienes los porten tendrán un 85 por ciento de probabilidad de cáncer de mama y un 50 por ciento de cáncer de ovarios», agregó el especialista, que precisó que el mastólogo es quien debe brindar el alerta de cuál es la paciente con potencial riesgo, para luego derivarla al especialista en genética y cáncer.
UN PROCEDIMIENTO POLÉMICO
El procedimiento elegido por la actriz norteamericana de realizarse una doble mastectomía (cirugía para extraer ambas mamas) es la forma más radical de hacer frente al diagnóstico de un alto riesgo de sufrir cáncer de mama.
«Mi madre luchó contra el cáncer durante una década y murió a los 56 años. Aguantó lo suficiente para poder conocer a su primer nieto y tenerlo en sus brazos. Pero mis otros hijos nunca tuvieron la chance de conocerla y experimentar cuán amorosa y graciosa era», escribió Angelina en su nota titulada, «Mi opción médica». Su madre, la actriz Marcheline Bertrand, falleció a los 56 años tras librar una larga y extenuante batalla de 10 años contra el cáncer de mama.
Tras acompañar a su madre en el padecimiento y el dolor, y consciente de sus antecedentes médicos, Angelina se sometió meses atrás a varios estudios genéticos que le confirmaron que era portadora del gen «defectuoso» BRCA1 que aumenta exponencialmente el riesgo de desarrollar la enfermedad. En su caso, este gen implicaba que presentaba un 87 por ciento de posibilidades de desarrollar un cáncer de mama y un 50 por ciento de padecer de cáncer de ovarios. Angelina informó que recién el 27 de abril último, concluyeron los tres meses de procedimientos médicos que llevó aparejada la mastectomía.
Según estadísticas internacionales, los dos tipos de cáncer se producen más en las mujeres predispuestas genéticamente, con una edad promedio de diagnóstico de 45 años para el cáncer de mama, y alrededor de 60 años en la población general. Su desarrollo es generalmente más rápido y tienen una mayor tasa de recaída. Para estas mujeres, los médicos no tienen otra propuesta por el momento que dar vigilancia intensiva para detectar y tratar el cáncer lo antes posible, o la eliminación de los senos o los ovarios como medida preventiva.
El médico cirujano plástico especializado en mamas, Sergio Korzín, explicó que el tratamiento del cáncer de mama casi siempre consistía en una cirugía, y durante años la única opción fue extirpar el tumor o retirar todo el seno.
Ahora, los nuevos enfoques están cambiando drásticamente la forma en la que se llevan a cabo estas operaciones, y dan a las mujeres más opciones, tratamientos más rápidos, cicatrices más pequeñas, menos efectos secundarios a largo plazo y mejores resultados estéticos.
«Hoy en día existen varias opciones a la hora de tratar un cáncer de mama. Y en una última instancia se llega a la cirugía. Lo primero que debe hacer una mujer es consultar a su ginecólogo y realizarse una mamografía cada año, después de los 40 años. Si se tiene antecedentes familiares los controles deben realizarse diez años antes y siempre someterse al autoexamen, que muchas veces es la forma más precoz de detectar un posible cáncer de mama. También es preciso realizarse, ecografías, estudio de sangre y genéticos, para corroborar un posible diagnóstico que lleve a la cirugía», indicó Korzín.
«La mastectomía implica la remoción quirúrgica de la mama. También se practica la cuadrantectomía, donde se quita parcialmente la mama y la adenomectomía subcutánea profiláctica, que es en definitiva la que se realizó la actriz norteamericana», agregó el cirujano especialista. En esta última intervención quirúrgica, se quita la glándula mamaria sin sacar la grasa, piel, pezón y aureola y se rellena con silicona.
«Esto no es gratuito. No es un ‘me saco la mama y se acabo’. Quiero decirle a las mujeres que no deben quedarse en un mensaje liviano, ya que se trata de un cirugía seria que acarrea complicaciones y riesgos, y no deja de ser una amputación. Después viene el capítulo de la reconstrucción de la o las mamas, ya que depende de un montón de factores: qué tan agresiva fue la cirugía, qué tan profundo se extirpó, etc, etc», puntualizó Korzín.
El doctor Jose Loza, jefe del Servicio de Ginecología y Patología Mamaria del Instituto de Oncología Alexander Fleming, explicó los riesgos que puede acarrear cuando una persona famosa, como lo es la actriz norteamericana, realiza un procedimiento de este tipo, y el impacto que genera en la población puede ser peligroso.
«No todo el mundo debe realizarse una mastectomía para prevenir un cáncer de mama. Hay que hacerse un exhaustivo control médico y un seguimiento prolongado en el tiempo para detectar preventivamente un posible cáncer de mama», indicó Loza.
Así, ocho de cada diez mujeres no tendrán el llamado cáncer de mama esporádico que se detecta al casi 20 por ciento de las mujeres en el mundo. Y de ese 20 por ciento que sí, sólo un cinco al diez por ciento es portadora de los genes que tienen predisposición a la aparición de la enfermedad en casi un 80 por ciento.
OPCIONES TERAPÉUTICAS
Los especialistas consultados explicaron que hay cuatro opciones terapéuticas para prevenir un posible cáncer de mama cuando hay
1 Mastectomía bilateral, que estéticamente no es mejor resultado.
2 La utilización de la hormona tamoxifeno, como método de quimioprevención, que son medicaciones que reducen el riesgo.
3 Quitar los ovarios y las trompas.
4 Control estricto con mamografía y resonancia magnética, cada seis meses.
En nuestro país el cáncer de mama encabeza la lista de enfermedades oncológicas en las mujeres, donde la tasa anual de mortalidad por esta enfermedad se ubica en 20,4 por 100.000 según el atlas elaborado por Elena Matos y Doria Loria, del Departamento de Carcionogénesis del Instituto Roffo. Siguen en orden descendente el cáncer de útero (10,7), colon-recto (9,0), cáncer de pulmón (6,9), páncreas (5,5) y ovario (4,0).
Matías Chacón miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOA), recalcó a LA NACION que del cinco al casi diez por ciento de las mujeres en el mundo van a desarrollar un cáncer hereditario, es decir, transmitido verticalmente.
«Si uno entiende eso, la mayoría no desarrolla un cáncer por esa vía. El mejor consejo es el del médico especialista. Uno sospecha si es hereditario si se desarrolla en mujeres jóvenes menores de 50 años, si aparece en las dos mamas o si genera uno de ovarios», analizó Chacón, que remarcó que quien se practica una mastectomía profiláctica como lo hizo Angelina Jolie, debe saber que el riesgo se baja un 87 por ciento.
«Esto es debido a que en el cuerpo queda adherida parte de la glándula mamaria, por lo que uno no evita el cáncer de mama al cien por cien», completó el experto, que recalcó que el procedimiento va a generar consecuencias estéticas y psicológicas que muchas mujeres no están preparadas para afrontarlas.
¿ESTA CIRUGÍA LA CUBREN LAS OBRAS SOCIALES?
Como es un procedimiento preventivo, las obras sociales y el PMO (Programa Médico Obligatorio) no contemplan este tipo de intervenciones quirúrgicas, por lo que la paciente la debería costear por sus propios medios.
Además, los estudios genéticos para detectar los genes defectuosos tampoco están incluidos por la obras sociales. Es una práctica privada que puede tener un costo a partir de los 3000 dólares para secuenciar el gen completo. «La mutación se transmite en uno de cada dos casos y los hombres puede transmitirlo aunque no lo manifiestan», explicó a los medios el doctor Olivier Caron, jefe de consultas oncogenéticas en el Hospital Gustave-Roussy de Villejuif, con sede cerca de París.
Pero ser portador del gen mutante tampoco necesariamente condena a tener el cáncer. «Se puede ser portador del gen y no tener cáncer», señaló.
AGENDA
El próximo domingo 25 de agosto en el Hotel Sheraton se realizará el Congreso Internacional de Mastología. En dicho evento, se realizará una charla libre y gratuita sobre prevención del cáncer de mama a partir de las 17 horas.
Fuente: La Nación