Obama: “Boston celebrará su 118 maratón”.
Los asistentes en la catedral de la Sagrada Cruz de Boston se han levantado de sus bancos cuando el presidente Barack Obama ha asegurado que el año que viene, el tercer lunes de abril como marca el calendario, “Boston celebrará su 118 maratón”. Un largo y emotivo aplauso. Lágrimas y emoción. “Volverán a correr”, ha garantizado el mandatario diciéndole al mundo que nada ni nadie podrá acabar con los valores americanos de perseverancia y resistencia. “Estoy aquí para reafirmar que el espíritu de esta ciudad está impertérrito y el espíritu de este país permanecerá intacto”.
Barack Obama ha llevado hoy al terreno personal lo que sucedió el pasado lunes en Boston. “Boston es mi hogar también”, ha dicho el presidente de Estados Unidos. El mandatario ha recordado que en esta ciudad pasó sus importantes años como estudiante de derecho en Harvard –“como lo hizo Michelle”; y en esta ciudad la convención demócrata de 2004 le lanzó a la estratosfera de las estrellas políticas, “cuando muy pocos sabían pronunciar bien mi nombre”.
Desafiante, el presidente ha declarado que quien haya cometido el crimen del pasado lunes ha elegido la ciudad equivocada. “Sin duda volverán ustedes a correr de nuevo”, ha declarado tras recordar que el atentado no sólo afectó a la ciudad sino a todo el país. “Boston es una ciudad importante, abierta al mundo, a los inmigrantes, a los estudiantes”.
Cuatro días después de que dos bombas en la línea final del maratón de Boston acabaran con la vida de tres personas –entre ellas un niño de ocho años- y dejaran heridas a más de 170, el presidente y su esposa han viajado hasta la capital de Massachusetts para rendir homenaje a las víctimas en un servicio interreligioso en la catedral bostoniana “Ganaremos esta carrera”, ha dicho. “Eso es lo que nos ha enseñado Boston».
“Acabamos la carrera, porque así somos y porque en la milla más dura, cuando creemos que hemos topado con un muro, sabemos que hay alguien que nos ayudará a levantarnos y nos recogerá”, ha asegurado. «Nos habéis enseñado”, ha dicho Obama a quienes espera que en breve enfrenten la justicia norteamericana por el crimen cometido, que ante la maldad y el terror, nosotros elegimos la compasión, la amistad y el amor», ha dicho entre aplausos.
“Era un bonito día en Boston”, ha comenzado Obama diciendo en su alocución. “Y en un instante, la celebración se transformó en tragedia”. El presidente abandonó entonces por un momento la prosa y recordó al poeta cuando aseguraba que “Boston no es una ciudad, es un estado de gracia”.
A Obama le han precedido el alcalde de la ciudad, Thomas Menino –“nada puede derrotar el corazón de esta ciudad”-, que abandonó el hospital donde estaba convaleciente en sillas de ruedas para asistir a lo que sucedía tras el atentado, y el Gobernador de Massachussetts, Deval Patrick –“Massachussetts inventó América”, ha dicho levantando el primer gran aplauso entre los asistentes.
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