Una nena dormía en el jardín maternal y le cayó un mueble encima: está grave

Candela estaba “feliz de ir al tole”, como le decía a su jardín. Solía levantarse contenta porque sabía que pasaría la tarde con sus compañeritos. Sin embargo, una distracción cambió todo, y hoy aquella alegría se transformó en tristeza y bronca.

El viernes 12 de abril era un día normal. Sus papás trabajaban y Candela, de 2 años, pasaba la tarde en el jardín Juana Manso, de Belgrano. De repente el teléfono sonó y una voz pidió con urgencia que fueran rápido hasta la institución ya que “la nena había tenido un golpe”. Nunca imaginaron que ese “golpe” le provocó doble fractura de cráneo y parálisis facial.

Según se pudo reconstruir, la nena dormía la siesta en una colchoneta en el piso, cuando aparentemente uno de sus compañeros pasó por el lugar y provocó la caída de un mueble que estaba junto a la pequeña. Según Jorge, abuelo de Candela, la maestra se habría distraído por ir al baño y cuando regresó se encontró con el accidente.

El abuelo de la nena dijo a Clarín que la vida de la nena no corre peligro, pero además contó que los médicos del hospital Gutierrez, donde está internada, le explicaron que podrían quedar secuelas: “Hoy está estable y están viendo si le pueden dar de comer. Hasta ahora estuvo con vómitos“, dijo y luego culpó a las maestras: “Es una negligencia de las personas que estaban a cargo de la nena. Hubiese sido un accidente si la nena estaba jugando en el patio, se caía y se lastimaba, pero estaba durmiendo en un lugar donde alguien tendría que haberla cuidado. Eso no es un accidente”, reclamó el hombre.

Por su parte Marcela Goenaga, directora de Educación Inicial, porteña precisó que se está realizando una investigación para determinar responsabilidades de los docentes a cargo de la conducción escolar: “El viernes el Ministerio de Educación envió personal para ver el lugar, sacar fotos y demás para incorporarlas en la investigación que se haga”, sostuvo, y agregó que todavía se están haciendo los informes preliminares.

Sobre la calle Zapata al 400, donde se encuentra el colegio que ayer trabajaba con normalidad, los directivos y maestros prefirieron no hablar, aunque sí lo hicieron las madres de los compañeritos de aula de Candela. Una de ellas, Mara, contó que recién se enteró del accidente el lunes: “Desde el colegio trataron de minimizarlo”. A su lado Verónica expresó que esto le podría haber pasado a cualquiera y analizó la posibilidad de sacar a su hijo de ahí: “Todavía es muy temprano, pero cambiarlo de colegio sería una manera también de solidarizarme con los padres de Candela”.

Fuente: Clarìn