Logran volver transparente un cerebro para estudiar sus funciones

El estudio permitió observar por primera vez las reacciones celulares dentro del órgano, en un hito científico que promete avanzar en el campo de las enfermedades neurológicas

Un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, logró volver transparente un cerebro completo de ratón, al mismo tiempo que mantuvo intacta su forma y su estructura molecular. La nueva técnica llamada Clarity, permite observar con gran detalle la conectividad entre las neuronas, por lo que promete revolucionar el estudio de la estructura y función del cerebro, uno de los grandes misterios de la ciencia.

Obtener información tan detallada fue un reto fundamental en todos los campos de la investigación biológica. Por eso el equipo de Stanford, liderado por Karl Deisseroth, se propuso como objetivo hacer los tejidos transparentes y a la vez permeables a las macromoléculas, preservando su estructura tridimensional.

La metodología fue lograda luego de sumergir las muestras de tejido, incluso el cerebro entero de un ratón, en un hidrogel llamado acrilamida, que hace posible conservar los tejidos y células, al mismo tiempo que los vuelve transparentes y permeables a macromoléculas, permitiendo su análisis. Cuando el cerebro se volvió trasparente a la luz, los expertos pudieron agregar “marcadores” químicos para resaltar los rasgos específicos que querían estudiar. Fue así como lograron visualizar el cableado del circuito general de cerebro, observar las relaciones celulares y las estructuras subcelulares, como los complejos proteicos, ácidos nucleicos y neurotransmisores.

Alcances inimaginables

Para los autores, “este nuevo avance permitirá desentrañar los misterios ocultos de este órgano al convertirlo en un órgano posible de estudiar».

La técnica Clarity presenta un gran potencial para acelerar las investigaciones sobre enfermedades como el Alzheimer, la esquizofrenia y arrojar luz sobre las neuronas vinculadas al síndrome de Down o al autismo. De hecho, los investigadores de Stanford aplicaron la técnica a una muestra de un cerebro humano que perteneció a un paciente con autismo, y en él pudieron ver que algunas de las neuronas establecían conexiones entre sí que no son habituales, y que se parecen a las anomalías observadas en cerebros de personas con síndrome de Down.

Este descubrimiento abre las puertas a una nueva manera de investigar el cerebro: viajando a través de él virtualmente.

Fuente: Diario Hoy