Serán reclusos del Instituto Penal de Casal de Mármol, en Roma, imitando el gesto de Jesús con doce apóstoles en la Última Cena. La decisión corta con la tradición de celebrar con la Misa de la Cena del Señor en la basílica de San Pedro
Cuando era cardenal y arzobispo de Buenos Aires visitaba todos los Jueves Santo las cárceles, hospitales y centros de recuperación de adictos para practicar el rito del lavado de pies.
Por eso ahora decidió continuar con esa actitud, un estilo caracterizado por la simpleza que mostró desde el momento en que apareció en el balcón de la basílica de San Pedro tras ser elegido Papa sin la cruz de oro y la capa carmesí con hilos dorados.
Además, dejó la Capilla Sixtina luego de finalizar el cónclave con los demás cardenales en el autobús, rechazando un auto ni durmió la primera noche en la suite del albergue vaticano especialmente dispuesta para el nuevo Papa, según informa el diario Clarín.
Al día siguiente, rechazó la limusina papal para ir a la basílica de Santa María Maggiore y optó por una furgoneta de la Guardia Suiza. De vuelta, pasó por su hotel y pagó la cuenta.
Fuente: Infobae