El nuevo Papa almuerza con la presidenta, en su primer encuentro con un jefe de Estado. Antes, Bergoglio le entregó el libro y le dijo «acá tenemos un poco el pensamiento de la Iglesia sobre América Latina para ir mirando». Cristina le regaló un equipo de mate y le preguntó si lo podía tocar.
El papa Francisco y Cristina Kirchner mantienen una audiencia privada en la residencia provisional del Vaticano, un encuentro que podría servir para limar asperezas. La mandataria, que llegó el domingo por la tarde a Roma, será recibida por Jorge Bergoglio en la Casa Santa Marta, donde vive hasta que pueda instalarse en su apartamento pontificio del Palacio Apostólico.
«Se trata de un gesto de cortesía, de atención hacia Argentina y su presidenta», dijo el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, quien explicó que es «natural» que el Papa reciba de manera «diferente» a la presidenta de su país. El vocero subrayó que no se trata de una visita formal o de Estado, sino un gesto de cortesía, de cariño hacia su tierra argentina.
Las relaciones de Kirchner con el ahora Papa fueron tensas ya durante la presidencia de Néstor Kirchner. Ambos presidentes no apreciaban las críticas en las homilías del entonces cardenal, que denunciaba con frecuencia «el escándalo» de la pobreza o el «flagelo» de la droga y de la delincuencia en Argentina. Además, Bergoglio se opuso a medidas como el matrimonio igualitario.
Pese a los duros ataques que surgieron desde distintos sectores del kirchnerismo, en el gobierno creen que este encuentro pueda ser un gesto de distensión y el inicio de una relación cordial con el ex arzobispo de Buenos Aires.
El encuentro con Kirchner será el primero de Francisco con uno de los numerosos jefes de Estado y de gobierno que están llegando en las últimas horas al Vaticano para asistir a la misa de inauguración oficial del papado del martes, coincidiendo con el día de San José, patrón de la Iglesia. Entre otros se esperan a los presidentes de Brasil, México, Chile y Ecuador.
Cristina es acompañada por una amplia comitiva, con la que asistirá mañana a la misa de entronización del flamante líder de la Iglesia Católica. La delegación oficial está integrada por Ricardo Lorenzetti, Héctor Timerman, los obispos José María Arancedo y Carlos Accaputo, Ricardo Alfonsín, y los sindicalistas Antonio Caló, Omar Viviani y Omar Suárez.
Además, estarán los representantes del Poder Legislativo: Julián Domínguez, Agustín Rossi, Aníbal Fernández, Juan Carlos Marino, José Cano, Mario Colazo, Rubén Giustiniani, Juan Carlos Zabalza, Ricardo Gil Lavedra, Federico Pinedo, Enrique Thomas y Mario Negri. También participará José Ignacio de Mendiguren y el presidente de la Federación Argentina de Municipios, Julio Pereyra.
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