La denuncia fue radicada por una de las victimas de 16 años, quien se presentó en una comisaría del sur de la provincia de Santiago del Estero. Allí manifestó «mi papá me viola a mí y a mis tres hermanas, tienen un hijo con cada una». El hombre (60) está postrado y por esa razón no fue detenido hasta tanto se realicen medidas probatorias para confirmar la denuncia interpuesta.
Laura G. (nombre ficticio) tiene que cuidar a su hija, tapar las secuelas de las constantes golpizas y rezar porque esa noche, ni ella ni sus hermanas sean abusadas por su padre.
La denuncia llegó desde una ciudad al sur de la provincia de Santiago del Estero, donde una chica de 16 años llegó hasta la comisaría, cargaba un terrible secreto, le costó varios minutos comenzar el relato. “Mi papá me viola a mí y a mis tres hermanas, tiene un hijo con cada una”, dijo.
La historia conmocionó a los policías, curtidos de historias tristes y los obligó a llamar de inmediato al juez de turno, Ramón Tarchini para pedir instrucciones, según publica El Liberal.
La adolescente relató que es hija de un hombre de casi 60 años, tiene cuatro hermanos varones, y tres hermanas mujeres, además en la casa viven cuatro chicos, todos fruto de relaciones incestuosas entre el padre y las mujeres.
Todos reciben maltratos, dos hermanos ya se fueron del hogar, al igual que una de las chicas.
Las edades oscilan entre los 14 y los 23 años, hace más de 10 años que son huérfanos de madre y quedaron a merced del acusado.
Laura estuvo ayer en los Tribunales de la provincia, dos psicólogos la entrevistaron en Cámara Gesell, tras el vidrio la fiscal María Eugenia Carabajal y el magistrado no daban crédito a sus oídos.
El hombre había abusado de sus cuatro hijas durante casi 10 años, había construido una estructura de terror en su casa. Golpeaba a sus hijos y a sus hijos/nietos, ejercía su patriarcado con mano dura.
Según la denuncia, dormía con sus cuatro hijas en la misma habitación, debajo del colchón de su cama tenía una escopeta y un machete con el que amenazaba constantemente a sus víctimas. Había armado una especie de “harem del incesto” y, según el relato de Laura, por las noches elegía a cuál de sus hijas sometería sexualmente.
La denunciante fue la única que se animó a romper el círculo de terror que su padre había cerrado sobre la familia y ahora la Justicia tendrá la última palabra en su caso.
El juez y la fiscal resolvieron no librar aún la orden de detención en razón de que el hombre ahora está postrado y no tiene posibilidad de fuga. Trascendió que la fiscal pediría una serie de medidas probatorias que refuercen el relato de la menor y permitan la detención definitiva del acusado.
Las medidas se irán cumpliendo con la mayor celeridad posible para poder tener certeza sobre el estado de los menores en riesgo y de las mujeres que viven con el hombre acusado de abuso calificado por el acceso carnal y la relación de parentesco directa que existe con sus víctimas.
Fuente: Online-911