La designación de Jorge Bergoglio como Papa motivó una espontánea concentración de fieles frente al templo mayor.
La Catedral de Buenos Aires se colmó de fieles ayer al grito de “Francisco I, te quiere el mundo entero”, para celebrar la designación como Papa de su cardenal Jorge Bergoglio.
“¡Viva el Papa!”, “¡Fran-cis-co, Fran-cis-co!”, coreaba una multitud levantando sus manos hacia los techos de la grandiosa nave central, en una actitud pocas veces vista en el principal templo católico del país.
Hombres y mujeres de todas las edades, madres que portaban cochecitos con sus bebés y adolescentes con sus uniformes escolares se dieron cita para vivar al nuevo Pontífice en el interior y en las afueras de la Catedral.
“Oh… Jesucristo, es un sentimiento, no puedo parar”, voceaban los fieles adaptando uno de los cánticos más populares en las canchas de fútbol y en medio de aplausos cerrados y gritos de alegría.
Los fieles no ocultaban su sorpresa por la designación, a igual que representantes de la propia Iglesia Católica argentina, admitió el responsable de prensa del Arzobispado, Federico Wals.
“Bergoglio viajó tranquilo (al Vaticano para participar del cónclave de cardenales), incluso con pasaje de vuelta para mediados de la semana próxima”, contó Wals en la sede de la Curia.
Admitió que “en realidad no esperábamos” el nombramiento, al punto que en la ciudad de Buenos Aires hay afiches pegados anunciando su presencia para las misas de Semana Santa, recordó.
De su lado, Ana María Pérez Bodria, 60 años, vicepresidenta primera de la Acción Católica dijo que “si bien tenía esperanzas, recibí la noticia con una gran alegría. El cardenal es una persona misionera, evangelizadora y de la calle”.
Fuente: La Razòn