CFK contra los diabéticos: una nueva perlita de las arengas presidenciales

Ya parece imposible que los discursos de la Presidente pasen inadvertidos, y no solamente por lo reiterados y extensos que resultan. El tema es que siempre tienen una nota de color, completamente innecesaria y carente de contenido político, pero lo suficientemente cuestionables como para tener a todo el país hablando de ellas por días. La más reciente se produjo en las últimas horas de ayer, dónde CFK se refirió al referéndum de los kelpers y se atrevió a tildar a la diabetes como de «enfermedad de clases altas».

Qué la presidente se refiera al referéndum realizado en Malvinas no resulta sorpresivo, de hecho, viene siendo uno de sus más importantes caballitos de batalla, por lo tanto se esperaba una extensa aparición presidencial. En efecto, calificó al evento de «parodia» y lo comparó con «una reunión de consorcio de okupas».

Como se esperaba, el referéndum finalizó con 99,8% a favor de la soberanía inglesa, aunque Cristina destacó que el mismo «no variará nuestra postura sobre Malvinas», por lo tanto seguirán exigiendo un diálogo bilateral para resolver junto a Gran Bretaña el tema de la colonización. «Reafirmamos una vez más nuestra vocación al diálogo que es el único camino para lograr una solución», dijo.

También aprovechó la ocasión para agradecer a la oposición por haber mantenido una «postura monolítica frente a la cuestión Malvinas» y destacó las declaraciones del senador socialista, Rubén Giustiniani. Todo se desarrolló en la presentación de «Plan Argentina Innovadora 2020», en dónde también fue orador el Ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao.

Hasta ese momento, todo venía relativamente normal y la alocución presidencial no pasaba de ser una pequeña intervención política en el marco del acto oficial hasta que aventuró la idea desopilante (venía hablando de la mala alimentación) de que “la diabetes es una enfermedad de gente con alto poder adquisitivo, porque son sedentarios, porque comen mucho” . Por supuesto que aclaró que «obvio, es para todos, no es solamente para los que tienen plata”.

Los comentarios generaron críticas instantáneas y las acostumbradas burlas en las redes sociales. Y es, ante todo, preocupante la idea que la presidenta pareciera tener ya que, en realidad lo que es para personas de clases altas resulta ser el tratamiento para la diabetes, ya que las personas de bajos recursos no pueden permitirse comer pescados, alimentos orgánicos, sin gluten y especializados para diabéticos, realizar actividades físicas variadas, fisioterapia, etc. Y la inflación argentina no fomenta la alimentación saludable, por supuesto.

Y no está demás destacar la cifra publicada por Tribuna de Periodistas que indica que según las estadísticas recientes de la Organización Mundial, más del 80% de las muertes por diabetes se registran en países de ingresos bajos y medios, acorde a datos relevados en septiembre de 2012. Además indica que en el mundo hay más de 347 millones de personas con diabetes.

Más allá de las cuestiones puntuales, al respecto de la diabetes y de las repercuciones generadas, se vio una vez más cómo la presidenta vive en un mundo paralelo, preocupada por problemas diferentes a los que tenemos los argentinos.

Durante el fin de semana se produjeron puebladas en la Provincia de Buenos Aires, debido a los casos de inseguridad registrados, hay temores por un probable desabastecimiento, por la inflación que viene siendo contenida y maquillada para las elecciones, se conocieron nuevos datos sobre el Caso Ciccone que complican más la situación del Vice Presidente, entre otras cosas importantes que se podrían haber mencionado en una intervención oficial, no obstante, Cristina eligió apuntar contra los kelpers y los diabéticos.

El video: Cristina y la Diabetes