En la misa previa al cónclave, el influyente cardenal exhortó a los purpurados a «cooperar con el sucesor» de Benedicto XVI. La primera votación se realizará la tarde del martes
Miles de fieles llegados de los cinco continentes asistieron a la solemne misa Pro eligendo pontifice en la Basílica de San Pedro del Vaticano, presidida por el decano del colegio cardenalicio Angelo Sodano, en presencia de los 115 cardenales electores llamados a escoger al 266º Sumo Pontífice.
En su homilía, Sodano exhortó a los cardenales a «colaborar para edificar la unidad de la Iglesia» y a «cooperar con el sucesor de Pedro».
«Los exhorto a comportarse de manera digna, con toda humildad, mansedumbre y paciencia, tolerándose recíprocamente con amor, tratando de conservar la unidad del Espíritu a través del vínculo de la paz», agregó Sodano, refiriéndose a la Carta a los Efesios del apóstol Pablo.
El influyente cardenal, que no participará en el cónclave por haber cumplido 80 años, rindió homenaje al «luminoso pontificado» del ahora emérito Benedicto XVI, tras su inesperada renuncia sin precedentes el pasado 28 de febrero, generando una atronadora ovación entre los presentes.
Los cardenales entraron en procesión vestidos con sus paramentos rojos y mitras en el majestuoso templo especialmente iluminado para la ocasión, entonando cantos gregorianos.
La ceremonia fue seguida por creyentes y turistas en la plaza de San Pedro a través de cuatro pantallas gigantes y retransmitida por televisión a numerosos países.
«¡Ojalá elijan un papa con mucha fuerza, sabiduría, mucha coherencia. Y que resuelva los escándalos de Vatileaks!», dijo la mexicana Verónica, de 30 años, quien viajó con su marido y su hijo para conocer al nuevo papa.
La misa inaugura el ritual de un cónclave estrictamente pautado, aunque sin ningún favorito claro.
Se barajan una decena de nombres de cardenales, todos ellos conservadores, como el italiano Angelo Scola o el brasileño Odilo Scherer, arzobispo de San Pablo, considerado el candidato de la curia y que podría convertirse en el primer papa de América.
Los purpurados se instalaron a primera hora de la mañana en la Casa de Santa Marta, la residencia dentro del recinto del Vaticano, en la que vivirán totalmente aislados del resto del mundo durante el cónclave.
Todos los cardenales, incluso los más ancianos, dedicaron la última semana a esbozar el perfil del próximo líder de los 1200 millones católicos bautizados del mundo, a partir de los desafíos que deberá encarar en un mundo cada vez más secularizado.
Aun así, se ignora cuánto durará este cónclave, aunque si la historia del último siglo sirve de referencia, no debería prolongarse más de cinco días.
Fuente: AFP