Fue en el Aeroparque, tras perder con Tigre; el arquero Prass sufrió un corte en la cara; la policía frenó a los violentos
Muchas veces se habló sobre la multiplicación de la violencia en nuestro fútbol. Pero es cierto que este mal no sucede solamente en las canchas argentinas, sino que es un problema internacional. Brasil, por ejemplo, es un país donde los incidentes con las torcidas, como se llama a las hinchadas allá, van en aumento. Y ayer, en Buenos Aires, ocurrió uno de esos hechos que demuestra que la violencia vinculada con el fútbol no tiene fronteras ni conoce de lugares vedados. El hecho sucedió en el Aeroparque Jorge Newebery, a media mañana: jugadores de Palmeiras, que anteanoche perdieron ante Tigre 1-0 por la Copa Libertadores, se pelearon con hinchas de su club, molestos por la actualidad del equipo.
Por unos minutos el aeropuerto se convirtió en un escenario de batalla impensado, que dejó heridos. El que salió más perjudicado por el altercado fue el arquero Prass: padeció una herida en la cabeza, luego de que junto a sus compañeros se tomara a golpes de puño con los simpatizantes. El arquero fue atendido en el lugar por el médico del plantel, Rubens Sampaio. «Tiraron un vaso de cristal contra Valdivia y me pegó», dijo Prass en su cuenta de Twitter. «Tengo tres puntos en la cabeza y un corte en la oreja», agregó el guardavalla, que tuvo que quedarse en la Argentina debido a las lesiones. Un médico del equipo lo acompaña.
El incidente se inició en la zona de partidas internacionales, ya superado el trámite de migraciones, por un reproche de los simpatizantes para con algunos jugadores, que inmediatamente reaccionaron. En ese contexto, se armó un revuelo general en el que además de los golpes de puño que intercambiaron futbolistas e hinchas, volaron tazas, vasos y otros elementos, con el saldo mencionado del corte que sufrió el arquero en la cabeza.
De inmediato, efectivos policiales intervinieron para controlar la situación y pusieron a los deportistas a resguardo en un sector exclusivo, desde donde abordaron el avión. Cuatro integrantes del plantel, entre los que se encontraba el arquero Fernando Prass y el chileno Jorge Valdivia, efectuaran ante la Policía de Seguridad Aeroportuaria la denuncia por las agresiones sufridas.
Palmeiras, que suma dos caídas y un triunfo en la Copa, descendió a segunda división del Brasileirao en diciembre pasado, motivando el profundo enojo de sus seguidores. No fue la primera vez que los jugadores paulistas y sus hinchas se pelean. El plantel recibió amenazas de muerte antes del descenso y la tienda del club fue incendiada. Este año, el suplente Fabinho Capixaba fue agredido por fanáticos en las calles. El 28 de enero pasado, el lateral derecho Fabinho Capixaba fue insultado por un simpatizante y se tomó a golpes de puño. Además, un problema similar sufrieron el entrenador Vanderlei Luxemburgo, el mediocampista João Vitor y el delantero Vagner Love.
Palmeiras emitió un comunicado en el que dijo que estaba considerando qué medidas tomará sobre el incidente. El presidente del club, Paulo Nobre, dijo que los hinchas involucrados en la confrontación eran «bandidos irracionales». En presencia del secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, que realiza una gira por Brasil, el ministro brasileño de Deportes, Aldo Rebelo, dijo que el episodio «además de lamentable, no se puede repetir». Y agregó: «Los clubes, los jugadores no pueden estar sometidos a ese tipo de violencia. La policía y el sistema judicial deben tomar medidas para castigar a los responsables», afirmó..
Fuente: La Naciòn