Brutal asalto al músico José Ángel Trelles

Sucedió en su vivienda de Hurlingham, donde dos delincuentes se hicieron pasar por jardineros y le ofrecieron cortar el pasto, pero finalmente lo golpearon, lo amenazaron y se llevaron objetos de valor.

El cantante y músico José Ángel Trelles fue brutalmente asaltado ayer al mediodía, en su vivienda de Hurlingham. Según relató el artista, fue víctima de fuertes golpes y lo amenazaron con cortarle los dedos y hasta de asesinar a su familia. Los delincuentes le sustrajeron ropa, equipos electrónicos y todo lo que pudieron robar.

«Ya me robaron 28 veces, pero esta fue la peor. Diez veces me asaltaron a mano armada, pero lo de ayer fue una experiencia tremenda y te deja una impotencia feroz», relató el artista en declaraciones con medios de prensa.

De acuerdo a lo que contó el músico, los delincuentes ingresaron a su vivienda ayer a las 12:15, cuando dos hombres que se hicieron pasar por jardineros llamaron a la puerta de rejas de su casa y le ofrecieron cortar el pasto. «Yo les dije que no, pero ellos ya habían abierto y se metieron con otros dos cómplices que estaban armados», reveló.

«Se metieron, me pegaron en la cabeza con las culatas de las armas, me tiraron al piso, me tomaron como rehén y me torturaron. Dijeron que me iban a cortar dedos, que iban a matar a mi mujer en el negocio y que lo iban a esperar a mi hijo hasta la noche para que llegara y lo iban a matar adelante mío», agregó el cantante, quien aseguró que los agresores tenían información sobre su familia.

«Se llevaron trajes, smokins, cámaras, camperas, zapatos. Todo lo que les cupo en las bolsas que tenían. Se las llenaron con todo y se fueron. Dejaron la casa como si hubiera pasado un tsunami, el estudio mío es un desastre, donde trabajo y donde están el piano, la guitarra. Me robaron hasta música, que es de un valor incalculable para mí», agregó.

La vivienda de José Ángel Trelles está ubicada a cuatro cuadras del municipalidad de Hurlingham, en una zona de quintas y casas con patios y fondos. «Cuando se fueron parecía que había pasado un tsunami. Mi mujer y la señora que nos ayuda estuvieron cinco horas solamente para ordenar el dormitorio», contó.

Fuente: Infonews