Los vinculó con el crimen organizado. Habló de la entrega de entradas, puestos de venta, estacionamiento y los oscuros nexos con la política. Dirigentes de Estudiantes en la mira
La medulosa sentencia tuvo un desenlace de estruendo: prisión perpetua para los dos barras de Estudiantes, aplauso cerrado y abrazos emotivos entre el público y el voto ejemplar de uno de los jueces, Claudio Bernard, que trazó una exhaustiva radiografía de los oscuros negociados en el fútbol, en especial, al interior de la hinchada albirroja.
En las dos primeras horas de lectura, la secretaría del Tribunal V, María del Rosario Goñi, expuso los fundamentos de la sentencia a prisión perpetua para Raúl «Kunkun» Gómez y Esteban «Gallardito» Gallardo por el crimen del policía federal Sergio Rodríguez, registrado el 10 de marzo de 2010 en la estación de trenes de 1 y 44 durante el enfrentamiento de dos facciones de la barrabrava de Estudiantes, en medio de una zona liberada.
Y sobre el final, la secretaria dio a conocer, ante una sala colmada, y en respetuoso silencio, los lineamientos del juez Bernard, que comenzó a hablar de los dirigentes de Estudiantes en particular y del fútbol argentino en general, y sus relaciones con la hinchada al momento de registrarse el crimen en la estación.
«En este juicio, entidades deportivas, representadas por personajes que parecen no comprender la importancia de su labor, entregan entradas, posibilitan ingresos no debidos a estadios, dan dinero o camisetas y, en definitiva, crean un ámbito facilitador de la violación, no solo de las normas relativas al deporte, sino de la totalidad del Código Penal».
«Esto ocurre simple y claramente -continuó el juez Bernard-, cuando los hechos que se traen a los estrados judiciales se producen, en su mayoría, las veces en que los intereses mezquinos de pequeños grupos influyentes, se entrometen en las actividades sociales, culturales o deportivas, con lo que se logra un concierto civil de voluntades para generar un lucro extra, transformando la actividad en un espurio conjunto de negocios».
«Estos pequeños grupos, que forman comisiones directivas de instituciones y sus operadores satélites en los estadios y sedes sociales, utilizan en su provecho, ‘llevan hacia su molino’, las voluntades de aquellos, que, ya hace tiempo, habían asumido conductas violentas en su forma de actuar.»
También señaló el magistrado que esos grupos «utilizan la violenta mano de obra desocupada (la barra brava) como medio para llegar al poder, para obtener el control de la entidad, pro-meten concesiones, espacios, lugares y hegemonía dentro del club, llegando incluso a permitir el contacto con las figuras deportivas de ese momento y luego, cuando la situación explota, se desentienden de su primigenia responsabilidad.»
«Seguidamente, so pretexto de sentirse coaccionados, permiten y posibilitan el accionar furiosa en los estadios y sus inmediaciones, y se escudan en el temor, cuando no lo tuvieron desde un principio.»
«Ganan elecciones con el apoyo de las barras»
El juez Bernard puso de relieve además que «si, realmente (los dirigentes) no sabían -como suelen aducir- con lo que se iban a enfrentar, cuando asumen sus roles de conducción, ganan elecciones con el apoyo de las barras, no debían presentarse o postularse a posiciones que acarreen responsabilidades directivas, tomando conocimiento de hechos que después no controlan ni denuncian, o si lo hace operan desde la oscuridad, para desaparecer en el abanico de respon-sabilidades, creando un ámbito de confusiones para los investiga-dores, una red de complicidades y silencios, funcionando a la manera del crimen organizado.»
«La entrega de entradas fuera de todo control, se hace lisa y llanamente a los barras. Entonces la disputa por el manejo de espacios de poder y de los negocios ilegales que rodean la actividad, se condiciona, re direcciona hacia la violencia y termina manchando esa entrada con sangre.»
«Esto, no tiene generalmente otro comienzo, más que aquel en el que los violentos, que aunque no parezca, son minorías y pequeños grupos, convocados por las dirigencias, y utilizados para lograr, -so pretexto que el deporte se transforme en algo festivo-, el control y posicionamiento en lugares de poder tanto políticos como futbolísticos», remarcó el magistrado en su voto.
Apuntes
**»No puede haber fuerzas policiales suficientes, ni controles efectivos, cuando perso-najes privados que protagonizan dirigencialmente la actividad, posibilitan que facciones violentas se inserten en el deporte.»
**»Salvo algunos casos aislados, de representantes del Ministerio Público, que luchan contra este flagelo, observo con sorpresa que quienes tienen varias condenas o juicios en trámite, obtienen la libertad en los estrados judiciales y pueden manejar desde la sombra los destinos de los clubes.»
** «La génesis del conflicto que culminara mortalmente ha sido ni más ni menos (…) la disputa por las entradas que entregara la dirigencia (…).»
Mientras redactaba el voto, se producía otro homicidio en El Bosque
En otro de los párrafos destacados, el juez Bernard indicó que «si esos grupos no fueron convocados, porque la barra brava ya se hallaba instalada en las entrañas de la ins-titución, al asumir los dirigentes, cuando se contactan por primera vez comienza a tejerse la trama de relaciones, entre los elegidos y los instalados, que dominan el futuro del club.»
«Los directivos facilitan el accionar de aficionados que actúan con exceso, crueldad y su carta distintiva es la violencia en todas sus formas, liberan sus facultades y poderes en la institución que presiden, y producen en el ámbito social la internalización de un concepto inconveniente para cual-quier actividad, la barra brava».
«Luego, los mismos dirigentes, reniegan de su existencia, crean listas restrictivas de ingreso, y otras medidas de emergencia, cuando fueron ellos los que los convocaron o los utilizaron en un principio.»
«Normalmente (y el decir ‘normalidad’ es lamentable) se producen todas las semanas hechos de violencia en todo el país, y quienes queremos disfrutar del deporte, que concurrimos a estadios, y deleitarnos con las disciplinas elegidas, corremos severos riesgos. Mientras escribo este veredicto, se ha producido otro homicidio en la ciudad de La Plata, como consecuencia de la temática que analizo.»
Fuente: Diario Hoy