Sus capitales del Reino Unido bajan la persiana por la inflación y el retraso cambiario. En estos días pondrían a la venta el inmueble.
La ecuación económica comienza a complicar a algunos rubros. El elevado índice inflacionario y el retraso cambiario fueron letales para la empresa Big K, proveniente del Reino Unido y dedicada a la exportación de productos de carbón y suministros de combustibles sólidos utilizados para cocinar y también para calefaccionar hogares.
La franquicia de la firma se instaló en el parque industrial de Alvear y fue piloteada por el su gerente general José Parigini que se hizo cargo de la franquicia a nivel nacional a partir del 2010.
La mala noticia llegó en agosto del 2012 cuando, por decisión de los capitales extranjeros, decidieron irse del país. Según Parigini, todo comenzó por el elevado índice de inflación y la gran suba del dólar. “Esos dos hechos hicieron que perdamos dinero constantemente. Los inversores extranjeros notaron que el dólar no se sinceraba, los productos se pesificaron y los únicos resultados que obteníamos eran perdidas”.
Las paritarias con aumentos del 25% y la incidencia de los costos, fueron otros de los puntos que generaron el cierre de las puertas. “Las demoras en la devolución del IVA también perjudicaron notablemente las finanzas de la empresa. Nosotros le pagábamos al proveedor el 21% pero el reintegro lo veíamos con mucha posterioridad”, agregó el empresario.El producto final que salía desde la región se exportaba en un 100% al continente europeo, no comercializaban absolutamente nada en el mercado interno.
No alcanzó
Cuando las cosas se pusieron feas y la caja de la empresa empezó a preocupar por su rojo, los aportes comenzaron a llegar desde el exterior, pero no alcanzaron. “Recibimos una importante asistencia financiera de la casa matríz desde el Reino Unido, pero era un barril sin fondo y los reintegros de los derechos de exportación no vuelven nunca. Además, otro punto que nos jugó en contra es tener clavados contenedores, por más de seis semanas, en el puerto de Rosario”, describió el ex director de Big K en Argentina.
El triste desenlace
Fue en septiembre del año pasado cuando Big K Argentina despidió a unos 15 empleados. “Hicimos todo lo posible durante un año para no llegar a esa situación pero no lo podíamos evitar. Los empleados lo veían venir y terminamos en perfectas condiciones”, agregó Parigini.
Redacción ON24