Diez años después, comenzó el juicio. Y la vedette de la primera jornada fueron las nulidades y los tecnicismos entre fiscalía y defensa. Pero del enriquecimiento ilícito que se imputa a partir de cifras millonarias giradas a paraísos fiscales como las Islas Caimán, las Bahamas y España, nada de nada. El debate oral comenzó casi para terminar: los jueces decretaron un cuarto intermedio hasta la semana que viene. Dispusieron una pericia contable. Un dato más: el caso prescribe dentro de un mes. Contrarreloj.
Ayer, los primeros 45 minutos en tribunales fueron de alta tensión. Alberto Sobrado, el ex n° 1 de la Bonaerense, se presentó junto a su abogado en el fuero penal de 8 y 56. Y a poco de traspasar las escalinatas de acceso subió al ascensor. El mecanismo se trabó y allí se quedaron por 45 minutos que entre el calor, el ahogo y el encierro parecieron eternos.
Arriba, en una pequeña sala del tercer piso los aguardaban la fiscal Rosalía Sánchez, los jueces del Tribunal 1, y la inusual cifra de 3 (tres) secretarios…Cuando volvieron a abrirse las puertas del metálico ascensor, reaparecieron Sobrado y su abogado, envueltos en un pegajoso sudor.
La primera audiencia del juicio, a primera vista, resultó muy favorable para la defensa. Es que ni bien comenzó, el abogado Roberto Citterio planteó la nulidad del debate oral. Argumentó que había prueba pendiente, y que el inicio resultaba “prematuro”.
A su lado, Sobrado, con una fisonomía muy distinta a sus poses en las sesiones de fotos del 2003, cuando estaba a cargo de la Policía Bonaerense. Ayer, se subió al banquillo de los acusados con unos anteojos de gran tamaño color negro. Negro también era su saco, su reloj de la mano derecha, y las rayas de su corbata. También las biromes Bic que compartían con su defensor.
La fiscal rechazó los fundamentos de la defensa y consideró que el juicio debía comenzar. Pero los jueces primero comenzarán una pericia contable. Y recién la semana próxima dirán cuando se reanuda el debate oral. Complicado…
Fuente: Diario Hoy