El jardín denunciado no estaba habilitado como centro educativo

Lo confirmó ayer una inspectora de la Provincia, que fue al lugar para notificar a las autoridades. Estaba autorizado como “casa de fiesta”. Los padres descubrieron cómo insultaban y golpeaban a los nenes.

l audio que reveló el maltrato de las maestras de un jardín de San Isidro a los chiquitos de entre 2 meses y 3 años sigue causando conmoción. Ayer, vecinos del barrio y familiares de los nenes continuaron pintando con aerosol el establecimiento maternal para “escracharlo”. Además, una inspectora de la Dirección Provincial de Educación en Gestión Privada se presentó ayer en el lugar para notificar que estaba inhabilitado. Según trascendió, permanecía inscripto como “casa de fiesta”.

La inspectora llegó al jardín Tribilín, ubicado en O’Higgins 591, para hablar con las autoridades y decirles que “no puede funcionar como establecimiento educativo desde 1996”. No obstante, no fue recibida por nadie.

En tanto, un grupo de padres que enviaba a sus hijos a esa institución presentó una denuncia por maltratos y la causa quedó a cargo de Franco Servidio, del área correccional de la Fiscalía Central de San Isidro.

El caso saltó a la luz luego de que el papá de una nena de un año y medio colocara un iPod en la mochila de su hija para escuchar lo que ocurría en la salita. Diego Hernayes estaba preocupado porque su nena tenía actitudes raras, pesadillas y miedo a lavarse la cabeza con el agua. La grabación fue terrible. “Decime por qué vomitaste. (Se escucha un golpe). Pendeja de mierda”; “No te quiero escuchar más. Vas a seguir comiendo como que yo me llamo Yanina”; “Dejá de gritar. Callate. ¿Querés ir a la pileta?”. Todas las amenazas de tres docentes, en medio del llanto de los pequeños. Gabriela Sita, una madre que envió durante un año y medio a su hija al lugar, reveló que los vecinos “escuchaban gritos de los chicos, mientras veían cómo las maestras tomaban sol en una pileta en la terraza”. La tía de otro alumno, dijo que “para callarlos les metían la cabeza en el agua o les tiraban soda”.

El abogado del jardín, Hernán Sirera, sostuvo que el establecimiento “está habilitado por la municipalidad de San Isidro”, donde funciona “desde hace más de 10 años”, aunque no aclaró bajo qué rubro. Y agregó: “Lo único que hay es una grabación. No sabemos si hubo golpes o maltrato”.

Fuente: La Razòn