Comenzarán a funcionar desde fines de enero en diez espacios verdes con el objetivo de impulsar la actividad física entre los vecinos. Serán gratuitos y tendrán siete máquinas profesionales para ejercitar todo el cuerpo.
Además de pasear al perro o llevar a los chicos a jugar al fútbol, los vecinos tendrán otro incentivo para acercarse a la plaza de su barrio. Desde la última semana de enero y principios de febrero, los espacios verdes ofrecerán gimnasios a cielo abierto, de uso gratuito y con máquinas profesionales.
En principio, el programa se lanzará en diez espacios verdes porteños: Parque Thays, Parque Centenario, Parque Alberdi, Parque Saavedra, Parque San Benito, Plaza Haití del Parque Tres de Febrero, La Isla de La Paternal, Parque de los Andes, Plaza Democracia y Parque General Paz.
La idea del Gobierno de la Ciudad es complementar la actividad física de aquellos que se entrenan habitualmente al aire libre y fomentar el ejercicio entre los vecinos. “Los gimnasios servirán como complemento de las actividades aeróbicas tradicionales que se realizan en los parques y plazas. Queremos que los vecinos se apropien del espacio público y, al sumar servicios y mejorar la infraestructura, también mejoramos su uso”, anunció la movida el ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli.
Aunque la gente los conoce como gimnasios, el Gobierno de la Ciudad prefiere hablar de “un circuito de postas”, que ocupará una superficie de 155 metros cuadrados y tendrá siete máquinas para ejercitar todo el cuerpo. “A diferencia de gimnasios y estaciones ya instaladas en algunas plazas, estas postas aeróbicas cuentan con una mayor variedad de aparatos”, explica el comunicado del Ministerio.
Los recintos estarán cercados para evitar actos de vandalismo durante la noche y podrán ser utilizados siempre que el parque esté abierto. No habrá profesores, pero el mantenimiento estará a cargo del personal de Espacio Público. Y en caso de que el usuario tenga dudas sobre su rutina, cada máquina exhibirá un cartel con las indicaciones de uso correspondientes.
Fuente: La Razòn