El Kirchnerismo es uno de los gobiernos más fanáticos de la asistencia y los planes sociales de toda Latinoamérica, yendo incluso contra los ideales peronistas de darle trabajo y dignidad al pueblo, en lugar de beneficencia. No obstante, parece el mismo «modelo» se está yendo de las manos de sus creadores, incapaces de controlar la inflación y la inseguridad (entre muchos otros). Sin duda, la falta de sustentabilidad económica de la Argentina se está haciendo sentir cada vez más y, sobre todo, en los bolsillos de los más pobres y precisamente aquellos beneficiarios de planes sociales que hoy no alcanzan ni para unos pocos días del mes.
Tal como difundió el sitio Tribuna de Periodistas, la Asignación Universal por Hijo (AUH), uno de los principales caballitos de batalla de nuestra presidenta, resulta cada vez más licuada por la inflación voraz y la ineficiencia económica del Estado que parecen comprobar que toda la perorata de los últimos años resultaron ser «migajas para hoy y hambre para mañana».
Tal es así que los resultados de un análisis realizado por el Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (CIPPES) arrojaron que la Asignación Universal por Hijo debería alcanzar los $526,5 (actualmente de $340) para adecuarse a la realidad económica, mientras que el Programa Nacional de Seguridad Alimentaria (PNSA), o Programa Vale lo Nuestro, debería llegar desde los $52 actuales hasta $169,8, solamente para acompañar las subas de precio de los alimentos básicos, y por supuesto a olvidar la educación, vacaciones, vestimenta, medicamentos, etc.
El estudio realizado tuvo el objeto de contrastar el poder de compra de algunos elementos integrantes de política social y “en todos los casos de análisis, los resultados demuestran que estos instrumentos han sufrido un fuerte deterioro en su poder de compra y por ende, en la efectividad del impacto social que tienen”, indicó el informe.
Tal como se difunde en Tribuna de Periodistas «en sus inicios, octubre del 2009, una AUH equivalía al 12,99% de la Canasta Básica Total (CBT) para una Familia Tipo (4 miembros). Tres años después (noviembre 2012) una AUH solo puede comprar el 8,39% de la Canasta Familiar»
Es decir que estamos enfrentando un crisis económica que promete sentirse muy fuerte dado que hay millones de subsidiados por el Estado, pero sin que se advierta algún plan concreto de capacitación y de inserción laboral efectiva, que genere la movilidad social ascendente y, más importante, la dignidad como persona, que no puedo obtenerse viviendo en la pobreza.
Hacía años que no se utilizaba la expresión de «doble discurso» para referirse los argumentos K, pero la realidad está recordándonos que nunca fue más que eso, y que las horas y horas cadena nacional en dónde se anunciaban con bombos y platillos la implementación de planes sociales varios era sólo la expresión de una cara de la moneda, que escondía la desocupación, la miseria y la caída feroz del poder adquisitivo de los argentinos, que se está sintiendo cada vez más fuerte.
Imagen: DyN